Alejandro García
CANCÚN, Q. Roo.- El hotel MIA Cancún, que anteriormente operaba como el Avalon Baccara, ampliará sus instalaciones de 27 habitaciones a 800, de acuerdo con la solicitud de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), que ingresó la empresa Circulo Creativo Villahermosa, en abril de este año, a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

La empresa en mención, compró las instalaciones del Avalon Baccara en diciembre de 2012 al Grupo Kelly, de Michael Eugene Kelly Hodgson, acusado y sentenciado por fraude contra cientos de jubilados estadounidenses, cuyo dinero, sin saberlo, fue a parar en el Caribe mexicano; posteriormente obtendría libertad bajo arraigo concedida por la Corte en Illinois.

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El Avalon Baccara fue Adquirido por Grupo Kelly en 1999 con 36 habitaciones, pero fue remodelado en 2006 y quedó con sólo 27 cuartos, y operó como tal hasta que fue vendido en 2012; el centro de hospedaje continuó en funcionamiento, pero bajo el nombre de hotel MIA Cancún. El proyecto se ubica en el kilómetro 11.5 del bulevar Kukulcán, en la manzana 52.

La inversión requerida para el proyecto es de 133 millones 842 mil 353 pesos; tan sólo para la demolición, transporte y acarreo de materiales, para la primera se requieren nueve millones de pesos.

De acuerdo con el documento, se estima que la vida útil del proyecto propuesto será de 50 años, de acuerdo con el plan de mantenimiento programado para mantener en óptimas condiciones las obras a realizar. Estará dividido en: hasta 10 años para trabajos preliminares (demolición) y construcción, y el tiempo restante para su operación.

Los trabajos de demolición se llevarán a cabo una vez obtenidos los permisos, en un término de 15 semanas; una vez concluida esta actividad, se procederá a la construcción del hotel.

El tiempo estimado para la obtención de los diversos permisos que permitan realizar la demolición dentro del marco legal aplicable, es de al menos seis meses, y una vez finalizada esta etapa, se dará inicio con la operación de las obras. Sin embargo, la empresa ya cuenta con el permiso de demolición por parte de las autoridades municipales y están en espera del dictamen y autorización por parte de la autoridad estatal.

Antes de llevar a cabo la demolición, se realizará un proceso de desmantelamiento o remoción selectiva de materiales del hotel para reutilizar o reciclar, entre estos materiales se encuentran los accesorios eléctricos y de plomería, el acero, cobre y madera, así como puertas y ventanas o herrerías.

El “Hotel MIA Cancún” pretende desarrollarse en una superficie de 2,371.789 metros cuadrados, donde se contempla la construcción de 800 habitaciones, lobby, restaurantes, estacionamiento, áreas internas con bodegas, cuartos de máquinas, escaleras, cubo de ascensor, pasillos, entre otros, con áreas verdes, alberca y una calle interna para acceso al hotel.

Entre los criterios a favor que expone la empresa se considera que el proyecto es una obra que no impactará en gran medida, ya que no incumple con los instrumentos de política ambiental y legislación ambiental aplicable referente a la construcción y operación, aunado a que presenta un bajo impacto a la calidad paisajística del medio y el terreno donde se pretende demoler el hotel actual.