Oskar Mijangos/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- Los casos de violencia familiar han ido en aumento con respecto al año pasado, según estadísticas de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la zona norte, hasta junio de 2012 se habían recibido 135 denuncias de mujeres violentadas en sus hogares, al corte de junio del presente año ya se han reportado 190 casos, 29% más.

Los hombres y los menores tampoco están exentos de está problemática, hasta ahora se han recibido siete denuncias de varones violentados por su cónyuge, y nueve menores también han sufrido esta condición.

En cuanto a denuncias por incumplimiento de obligaciones de asistencia familiar se registran un total de 53 hasta el último corte, siendo dos interpuestas por hombres. 

En opinión de Enrique Alfonso del Castillo, psicólogo clínico, las mujeres que sufren este tipo de violencia regresan con su agresor por una fuerte dependencia emocional causada por una baja autoestima, en la mayoría de los casos las féminas han vivido en hogares donde observaban el comportamiento violento de su padre hacia su madre, y de manera inconsciente buscan parejas parecidas a su progenitor, ya que es una forma de vida “normal” para ellas.

Una situación alarmante en esta problemática es que los hijos de parejas que viven en situación de violencia doméstica, están destinados a repetir este patrón si no son auxiliados en materia psicológica.

La psicoterapia es una opción segura para superar este tipo de vivencias y así terminar con este ciclo de violencia.

Para Celina Izquierdo Sánchez, directora del Observatorio de Violencia de Género en Cancún, la violencia familiar se origina también por una falta de acción de las autoridades que al recibir alguna denuncia muchas veces no le dan seguimiento, y pese a ver a la víctima violentada, actúan hasta la denuncia formal ante el Ministerio Público, lo cual puede ser considerado como una violación a los derechos humanos de las mujeres.

La violencia familiar es un factor de abandono de hogar por parte de los menores: buscan escapar de los golpes y las vejaciones sufridas día a día, no encuentran otra salida al ver a sus madres con el mismo ciclo de violencia.

No significa que las mujeres disfruten ser golpeadas, muchas veces por necesidad o presión social se ven obligadas directa o indirectamente a continuar en esa terrible situación.

Las regiones 247, 248 y zonas irregulares han sido detectadas como áreas donde la violencia familiar tiene una fuerte presencia, según datos del Observatorio de Violencia de Género en Cancún.