Rubi Velázquez/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- Los menores Elsa, Naim, Francisco y Oscar, son parte de las historias que se encuentran en los pasillos del Centro de Rehabilitación Integral Municipal (CRIM), donde cientos de personas acuden mensualmente a recibir terapias.

A un día de que se suspendan actividades en el CRIM, como parte del período vacacional de fin de año, en el lugar se encontraban Francisco y Oscar, de tres y cinco años, respectivamente, acompañados de Manuela de Jesús Chimal, su madre, para recibir la última de sus terapias en 2015.

Oscar ingresó seis meses atrás a terapia psicológica y de lenguaje, por recomendación de su profesor de educación básica al no poner atención en clase y presentar dificultad para pronunciar algunas palabras.

“El avance ha sido favorable y decidí que Francisco también recibiera terapia de lenguaje y así evitar que tuviera los mismos problemas que su hermano al hablar”, dijo la madre de los menores.

Caso similar es el de Elsa, de 10 años, quien acude al CRIM desde hace unos meses para ejercitar su lenguaje.

Terapias

Las sesiones de la pequeña son los miércoles por la mañana y representan para ella más que una sesión, ya que comentó divertirse y hacer nuevos amigos, por lo que le gustaría que aumentara su terapeuta el número de sesiones al mes.

Por su parte, Naim, de seis años, acude a la institución para recibir terapia física desde hace un mes en el que su avance ha sido constante recibiendo dos o tres veces a la semana terapia, por lo que María Pilar Puc, madre de Naim, señaló que continuará llevándolo hasta que la recuperación sea en su totalidad.

El CRIM, ubicado en la Supermanzana 67, ofrece terapias físicas, de lenguaje y aprendizaje, impartidas por psicólogos, ortopedistas, fonoaudiólogos y otros especialistas para cada área, quienes hacen tangibles las mejoras.