Alejandra Carrión/ SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- En los últimos cinco años, de 2013 a 2017, 77 personas han sido atendidas, en el sector salud en el Estado, por intoxicación de plaguicidas. Solo el año pasaron fueron nueve personas.

De acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave), el mayor número de personas intoxicadas por el manejo de plaguicidas fue en 2013, cuando se suscitaron 34 casos.

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En 2017 aumentó el número de personas atendidas por esta condición respecto a 2016, al pasar de siete casos a nueve.

De acuerdo con el sector salud, los herbicidas, acaricidas y fungicidas pueden provocar que una persona presente cuadros de intoxicación por contacto o inhalación prolongada, por lo que recomiendan que se use el equipo adecuado y se lean cuidadosamente las etiquetas de los productos.

Benjamín Gutiérrez Reyes, dirigente de la Unión Nacional de Cañeros-Confederación Nacional de Productores Rurales (UNC-CNPR), indicó que sí se han registrado casos de intoxicación en el campo, principalmente en la fumigación del cultivo de caña.

Dijo que no tiene un dato exacto sobre los casos de intoxicaciones que se han dado; sin embargo, indicó que uno de los agentes más tóxicos es cuando se tiene que trabajar el químico para la plaga de la mosca pinta y el gusano barrenador que es de mayo a diciembre.

“Son químicos muy fuertes y desgraciadamente los campesinos no están utilizados a usar equipos de seguridad”, resaltó.

Dijo que por eso se recomienda la aplicación de insecticidas por medio de las avionetas fumigadoras y a través de control biológico.

Por su parte, Miguel Pino Murillo, director de Protección Contra Riesgos Sanitarios, indicó que además de que los fertilizantes pueden causar enfermedades en las personas, también dañan el medio ambiente.

Dijo que es en este tema donde entra la Cofepris, pues han promovido el buen manejo y recolección de envases de agroquímicos.

Señaló que en lo que va del año se han supervisado a las 113 empresas registradas en el Estado, que manejan o comercializan agroquímicos con el objetivo de verificar que ofrecen la información adecuada sobre el uso de estos productos a fin de reducir los riesgos a la salud de la población por la exposición directa y constante a estos en las zonas rurales y urbanas.