Stephani Blanco/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- Las zonas irregulares de Cancún que abarcan cerca de tres mil 700 hectáreas detienen inversiones estales y federales para infraestructura además de la recaudación del cobro predial que da presupuesto al municipio.

Jorge Poot Pérez, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Quintana Roo, zona norte, indicó que las zonas irregulares se han desarrollado por la venta de lotes de “mala fe” por parte del vendedor, ya que no se puede poner a la venta un predio sin estar urbanizado. Otro factor son las zonas invadidas y el aumento del 10% anual de la población, es decir, cerca de 10 mil personas que deben buscar un lugar para vivir.  

Destacó que las zonas irregulares detienen principalmente inversiones en los servicios como el agua potable, drenaje, electrificación y pavimentación, lo que afecta al sector de la construcción. Dijo que debido a esto no pueden entrar a los controles para obtener recursos de mejora de vivienda a nivel nacional, ya que el gobierno federal pide que los espacios y las colonias sean regulares.

Explicó que los recursos del ayuntamiento se ven golpeados ya que deja de percibir uno de los principales impuestos que son el pago del predial: no hay tenencia en la tierra.

Poot Pérez refirió que las viviendas al no estar reguladas no reciben una revisión y se desconoce la estructura y las condiciones, lo que conlleva a no poder dar recomendaciones de construcciones posteriores. Dijo que para evitar que el aumento en el número de hectáreas de construcción irregular, los tres niveles de gobierno tendrán que trabajar en las leyes como la Ley de Obra Pública Estatal, el Reglamento de Construcción y trabajar con la Comisión para la Regularización para la Tenencia de la Tierra (Corett).

Señaló que la problemática de la regularización no es fácil ya que dependiendo de la colonia y su afectación para trabajarlas y urbanizarlas se necesitan cerca de dos años. Refirió que el trabajo debe ser en conjunto y los ejidatarios tendrán que ser más flexibles para lograr regularizar esas zonas en las que se prevé vivan 300 mil personas.