Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.-  La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y el Ayuntamiento de Bacalar, integrarán una bolsa de 12 millones de pesos para construir pisos y baños en viviendas que se encuentran en situación de extrema pobreza, en varias localidades del municipio, anunció el presidente municipal, José Alfredo Contreras Méndez.

Señaló que a más tardar en septiembre estarán construyendo pisos y baños en varias localidades del municipio, mediante una conjunción de esfuerzos entre los gobiernos Federal y Municipal, cuya aportación será del 7o y 30% respectivamente.

El edil indicó que ya se firmó el convenio con la Sedesol y considera que en septiembre, a más tardar, estarán iniciando los trabajos que se espera concluyan un mes después; es decir, “en octubre varias familias del municipio de Bacalar, contarán con piso firme en sus viviendas y baños, para los casos que no cuenten con ellos”, afirmó.

En una primera etapa, se pretende beneficiar a alrededor de 21 poblaciones rurales del municipio que conservan índices de alta y mediana marginación; así como las colonias populares de Bacalar, en las viviendas carezcan de pisos o baños, las cuales resultarán beneficiadas con estas acciones de mejoramiento de vivienda.

En total se construirán 18 mil metros cuadrados de piso firme, para 327 viviendas que no cuenten con ello; así como 170 baños para igual número de beneficiarios, con lo cual se pretende que las familias que viven en extrema pobreza, cuenten con una vivienda digna.

Contreras Méndez subrayó que por lo pronto, se priorizará con la atención de 21 comunidades rurales, que representa casi el 50% de las 57 que integran el municipio de Bacalar, aunque la intención es beneficiar al total de las que se encuentren en estas condiciones de máxima pobreza.

Por otro lado, enfatizó que se sigue trabajando en brindar seguridad a las familias bacalarenses en temporada de huracanes, para lo cual se están construyendo refugios anticiclónicos en distintas zonas de la geografía municipal; tal es el caso de la comunidad de Miguel Hidalgo, donde se edificó un espacio suficiente para albergar a cerca de 700 personas en caso de algún fenómeno hidrometeorológico.