Licety Díaz/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- En la plaza Península, ubicada sobre la avenida Bonampak, en la Supermanzana 9, existe un local abierto por un italiano hace dos años, es la pastelería “Isola Dolce”, donde alrededor de 25 italianos que viven en Cancún visitan el lugar a diario para deleitar el sabor que añoran de su tierra.

Giorgio Monsechi, es uno de ellos: “soy biólogo y la primera vez que llegué a Cancún como turista me enamoré de su naturaleza, el clima, el mar, los cenotes”. Fue entonces que se dio cuenta que iba a empezar desde cero y decidió mudarse sin pensarlo para el Caribe mexicano, hace cuatro años atrás.

“Isola Dolce”, es un lugar de encuentro en Cancún para los nacientes en el país de la bota rodeada por el mar Mediterráneo. En el sitio que les recuerda a las cafeterías típicas de su región, hacen la plática, discuten sobre fútbol, deleitan de los dulces típicos de su nación como la treana de crema, el francesino de nutella, la sfolia de arroz o de frutas, entre otras variedades.

Llegó a Cancún enamorado de una mexicana que estudió un tiempo en Italia donde la conoció y con la cual se casó aunque hace unos meses está separado.

Con la familia de su expareja cuenta que aprendió el español, “a todas las terminaciones de palabras le ponía la letra s, hasta que me fueron corrigiendo” y sonríe tímidamente.

Desde hace muchos años se dedica a la tecnología de la información, trabajo que realiza con satisfacción en Cancún y le proporciona a pequeñas empresas servicios en tecnología.

Los italianos en Cancún ocupan el 4.5% de los extranjeros que residen en el territorio y el séptimo lugar por países entre las 87 diferentes nacionalidades arraigadas en esta región.

De su natal Florencia, extraña el café expreso, confiesa que es un adicto, el queso artesanal, la miel de abeja, cuando vienen amigos a vacacionar se los pide y en su rostro se refleja el placer, dice también extrañar la pizza, donde en pocos lugares acá la ha encontrado como se elabora en Italia.

En Cancún confiesa que su calidad de vida mejoró, algo que agradece a los mexicanos y por lo cual se siente satisfecho.