Por Rafael R. Deustúa

Sobran las películas tontas de todos los géneros, pero muchas de ellas se salvan gracias al carisma que genera su premisa y/o los actores que involucran, como es la franquicia de “Rápidos y Furiosos”.

El problema es cuando tienes un filme descerebrado y ni tus prestigiados director y protagonista pueden darle un poco de vida, al menos. “Jack Reacher, sin regreso” es un triste ejemplo.

En su primera entrega del héroe de dos metros interpretado por un actor de 1.70, Jack Reacher se topó con una conspiración gubernamental al salvar a una chica en apuros, lo acusaron falsamente de crímenes que no cometió y acabó con todos puño limpio. Eso se basó en el noveno libro del personaje, ahora tomaron la historia de la 18ava así que tenemos lo mismo pero como a media película creyeron que eran repetitivos le dieron una hija quinceañera a Reacher.

Si había alguna razón para ver éste filme era que Edward Zwick lo dirigía, el director de “Gloria”, “Leyendas de pasión”, “El último samurai” y “Diamantes de sangre” abría la esperanza de que se diera valor a la serie. Al menos un cierto trasfondo a un personaje que es brutalmente plano y simplista desde su orígen literario... Zwick no aparece en la cinta y siendo el director es como si el maestro no fuera a clase.

El otro atractivo -y es relativo- del filme era Tom Cruise, aún superestrella aunque parece camino de estrellarse con sus fans y exterminarlos a todos. El veterano actor no logra dar emociones a Reacher, ni siquiera cuando le dan una hija -lo que parece una medida desesperada para animar el filme o un chiste de último minuto. Para colmo tampoco resulta creíble realizando las hazañas físicas del salvaje vikingo de dos metros que debería ser.

Cobie Smulders, Danika Yosh, Patrick Heusinger, Robert Knepper y otros actores mas se esfuerzan en vano.

En cuanto a la acción el filme no ofrece nada que no se halla visto en otras películas, mejor hecho y con más presupuesto. Bueno, hay filmes baratos, predecibles y repetitivos como la franquicia de “Búsqueda Implacable” de Liam Nesson y Besson, hechas sin libreto y con tres pesos, pero tienen un atractivo que Reacher no.

Mejor espere a verla en TV, a menos que le gane el morbo.