El miércoles anterior, la Consar dio a conocer la estructura de comisiones que ha autorizado a cobrar a las afore para el año 2019. Al igual que con la administración anterior de la Consar, en la actual se observa el uso de un leguaje “triunfalista, positivo y alentador”; sin embargo, ello no es así, pues la reducción de las comisiones autorizadas para 2019, aunada a las minusvalías de octubre, noviembre, diciembre y las que vienen, permiten prever un incierto panorama para el próximo año.

En el artículo titulado “Comisiones AFORE 2018, duele ver lo que realmente está ocurriendo…”, publicado en diciembre de 2017, hacía yo referencia al manejo mediático, triunfalista y desvirtuador que la Consar utilizó para presentar las comisiones que se autorizaban a las afore para el año 2018.

En ese entonces, la Consar anunciaba con bombo y platillos que las comisiones cobradas por las afore “en lo que iba del sexenio” se habían reducido en más de un 20%, cuando, en realidad, el análisis comparativo debía de haberse centrado en la reducción de comisiones de 2018 contra las vigentes durante 2017.

¿Sabe por qué se anunciaba lo anterior en la forma comentada?
Pues porque las comisiones cobradas durante 2017, comparadas con las autorizadas para el año 2018, bajaron solamente nueve milésimas, es decir, nada.

De nueva cuenta este año la Consar, al dar a conocer las comisiones a cobrar para 2019, anuncia a los cuatro vientos que, por primera vez en la historia, el promedio de comisiones que cobrarán las afore se ubicará por debajo del 1%, o sea, el nuevo promedio será de un 0.98% que, traducido en forma porcentual, significará solamente una reducción de tres centésimas, es decir, nada.

El promedio de reducción de comisiones para 2019 ¿es alto, aceptable o bajo?

Alguien podrá decir: “según se vea”, pero, si lo vemos a través del sentir de la clase trabajadora, la respuesta será y con toda razón que las comisiones a cobrar siguen siendo altas; le diré del porqué de ese sentir.

Durante 2018, el gasto operativo de las afore se ha reducido significativamente, en más de un 0.03%; su gasto en la captación de traspasos ha bajado grandemente, al recortarse la plantilla de agentes promotores; todas ellas despidieron o ya no contrataron a gran cantidad de agentes promotores.

Con ello, disminuyó fuertemente el pago de salarios, comisiones, prestaciones legales -y las otorgadas por las propias afore-, cerraron cientos de sucursales, redujeron sus estructuras directivas, incorporaron procesos tecnológicos de vanguardia, entre otras acciones, de tal suerte que la reducción en el cobro de comisiones por la administración de la cuenta individual, para 2019, continúa siendo prácticamente, nada.

Las nuevas comisiones para 2019 a nadie dejan contento y la clase trabajadora esperaba un ahorro más significativo en el costo y operación de su cuenta individual; así que, sin remedio, habrá que esperar tiempos mejores.