Por Rafael R. Deustúa

Sorprenden las millonadas que pagan a algunos actores hollywoodenses, sin embargo en la franquicia de “Bourne” está la prueba de que al menos Matt Damon lo amerita por encima de Jeremy Renner, quién no pudo con la estafeta para mantener la franquicia -”El legado Bourne”-. Damon, el director Paul Greengrass y el editor Christopher Rouse entregan una muy buena película.

La CIA detecta un ataque informático que le roba sus informes de operaciones ultrasecretas, pero alcanzan a ubicar su orígen y a la responsable: Nicky Parsons, ex-agente vinculada a Jason Bourne, lo cual activa todas las alarmas. El director Dewey, temiendo nuevos escándalos, encabeza la cacería ayudado por la ambiciosa agente Lee.

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El guión es obra de Greengrass y Rouse, una peculiar combinación que explica la fluidez visual que tiene la película, pues sus creadores pensaban en imágenes y no en textos. Eso logra magníficas escenas, pero también crea tonterías; por ejemplo, cuando Nicky hackea la CIA convenientemente encuentra una carpeta titulada “Operaciones encubiertas”, que contiene la información que necesita y más. ¿No es un nombre demasiado obvio?

En sus labores como director y editor es donde ellos se redimen, ofreciendo un filme frenético y sólido, con los mismos ingredientes de las anteriores entregas de la saga. Hay suspenso, tiroteos, peleas y persecusiones en auto, todas muy bien realidas y ofreciendo emoción a quién la quiera.

Matt Damon ofrece un Bourne maduro, pero que no muestra debilidad... sigue siendo un personaje parco y pensativo, pero que mantiene un lado vulnerable en cuanto a su vida personal, la vida que tuvo antes de ser una máquina de matar.

Los agregados a la franquicia son de primer nivel, Vincent Cassel como otro asesino veterano es desperdiciado pues puede ofrecer más intensidad; Tommy Lee Jones es un sólido exponente de la vieja escuela y hace un gran contraste con Alicia Vikander, que demuestra su versatilidad como actriz.

Las coreografías y escenas de acción son intensas y impecablemente armadas en cuanto a efectos visuales, audio y música, mantiene la calidad de la franquicia y gustarán a sus fanáticos.

Un filme ameno y entretenido que da lo que ofrece, suspenso y acción con un personaje al que Batman podría temer.