Jóvenes inventan nueva manera de pelearse y hacer deporte
Mezclan las artes marciales como el Ju-Jitsu y el Muay thai con los puños.
Redacción/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Entre la improvisación del hip hop y el contacto físico que surge luego de la confrontación de los puños, es como los jóvenes playenses buscan sitios alejados del barullo turístico para adentrarse en los nuevos barrios que han surgido en la ciudad, donde practican aisladamente del público convencional, una nueva forma de hacer deporte a través de las peleas.
Con una mezcla de artes marciales como el Ju-Jitsu y el Muay thai son así como en varios sitios específicos de la urbe, se juntan continuamente los practicantes de estas técnicas para competir entre ellos con la consigna —dicen— de agredirse en el suelo más no andar fomentando la violencia sin sentido en las calles.
“A mí me gustaba mucho la violencia, la verdad siempre andaba buscando broncas, nací en el norte del país y era donde siempre me pasaba eso, la verdad es que me buscaban, al principio era muy tranquilo, pero luego ya no podía controlar mis reacciones (…) busqué un arte marcial y ahora es como me siento en paz con los demás”, confiesa Rodrigo, quien ahora es entrenador de peleadores, él tiene 34 años de edad.
Riñas callejeras
En una ciudad como Playa del Carmen que tan solo en los fines de semana llegan a reportar hasta 16 casos de riñas en la que se ve involucrado el factor de consumo de alcohol, según da a conocer la Dirección de Seguridad Pública Tránsito y Bomberos, la práctica de esta actividad es una alternativa para evitar el ocio.
“Es una actividad física que libera a las personas de cometer actos de violencia con dolo y contrario a los reglamentos de conducción ciudadana”, expresa Rodrigo.
Aunque saben que probablemente se encuentran en la negativa de realizar estos combates por parte de la autoridad, debido a los altos precios de los permisos, se presentan así dos combatientes en una noche de eventos de este tipo, a uno le llaman 'El Carrizos' mientras que el otro de cariño le dicen La Wicha; y es así como luego de unos entrenamientos en la que les asesoró Rodrigo, se dan el tiempo para charlar antes de entrar para disputar tres rounds de cinco minutos cada uno, que conforma el combate cuerpo a cuerpo.
Las manecillas del reloj ya casi marca la medianoche cuando los que llegaron a observar la bronca deportiva proceden a retirarse en espera de una invitación para otra contienda, el cual saben que se hará algún día, pero nos saben cuándo.