Juan Rulfo ilumina Cancún

"La bruja" y "El Gavilán" sonaron en el salón acompañados por la jarana veracruzana.

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Con la proyección del medio metraje "La chispa de la vida", cuyo guión escribió Juan Rulfo, dio comienzo una experiencia estética. (Foto: Alejandra Flores/SIPSE)
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Alejandra Flores/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- A pesar de la lluvia torrencial que impidió, incluso la llegada de algunos de los participantes, a la sala de lectura "La Tlacuila", en los bajos del hotel Ibis, al encuentro con la palabra, la imagen y la vida de Juan Rulfo que se realizó con puntualidad y contó con la asistencia de más de 30 personas dispuestas a dejarse asombrar por la obra de un intelectual que supo hacer de su buena escucha y su mirada profunda, un espejo entrañable para mirar a México.

Con la proyección del medio metraje "La chispa de la vida", cuyo guión escribió Juan Rulfo, dio comienzo una experiencia estética que se tornó inquietante y por momentos indescifrable.

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Fue el experto Rafael Fernández el encargado de revelar los secretos de la cinta ganadora del Primer Concurso de Cine Experimental, realizado en México en 1964, un filme cuya historia cargada de símbolos nacionales, permite apreciar también, el trabajo de Rulfo en la foto fija.

Con la lectura del libro "Cartas a Clara", en el que se compilan las epístolas de amor que Juan Rulfo escribió a Clara Aparicio durante siete años, fue posible conocer un aspecto más íntimo del escritor de "El llano en llamas" y "Pedro Páramo".

De este último, Rafael Fernández seleccionó los fragmentos en los que Rulfo presenta al personaje clave para comprender la tragedia de Pedro Páramo: Susana San Juan, a quien podemos reconocer por lo que dicen de ella y las pocas palabras que el autor pone en su boca.

"La bruja" y "El Gavilán" sonaron en el salón acompañados por la jarana veracruzana, y entonces se escucharon también los aplausos de un público comprensivo y generoso.

Finalmente, los integrantes de la sala de lectura "La Tlacuila", invitaron a los asistentes a sumarse a esta iniciativa, cuyo fin es fomentar el amor a las letras, los libros y sus autores.

"Sesionamos los martes en una cafetería del Hotel Ibis, donde no cobramos, pero sí mordemos", bromearon los lectores.

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