Este 2019 continuará la efervescencia electoral en los estados del país, donde en seis entidades se elegirá gobernador, legisladores locales y ayuntamientos. Según el Instituto Nacional Electoral (INE), el próximo 2 de junio se realizará jornada electoral en los estados de Aguascalientes, Baja California, Durango, Quintana Roo y Tamaulipas, además del proceso extraordinario de Puebla.

Para Quintana Roo, el proceso de elección de 15 diputados de mayoría y 10 plurinominales, arrancó el domingo 6 de enero del 2019 y concluye con la elección el domingo 2 de junio. Un nuevo elemento que se tendrá es la participación de los partidos locales “Confianza por Quintana Roo” y el Movimiento Auténtico Social (MAS), que tendrán que ir solos, pues, al ser su primera elección la ley, no se les permite ir en coalición. Se vislumbra la disputa por el control del nuevo congreso local concretamente entre dos fuerzas políticas: PAN y Morena. La elección va estar interesante, va depender no sólo de la participación electoral de la ciudadanía y de las estrategias de campaña de los partidos y candidatos, sino de los amarres y alianzas locales que se puedan ir tejiendo desde ahorita.

Sin embargo hay que tener presente lo siguiente: los escenarios políticos han cambiado, lo que abre nuevas oportunidades y peligros para diferentes actores. Pero esto no es sorpresa, en política los escenarios siempre son cambiantes; un discurso, una revelación, un error o un simple tropezón pueden abrir caminos y posibilidades o cerrarlos.

Lo cierto es que la elección de este año es muy importante para la vida política del estado, ya que depende de quien se quede con el mayor número de curules, se podrá ir viendo como pintará el panorama para el proceso electoral que siga. Razón por la que los partidos políticos ya comienzan a despertar de su letargo, bueno, al menos ya comienzan a barajear más nombres de personajes que pueden ser postulados como candidatos a diputados locales.

El proceso electoral para renovar el Congreso del Estado se caracterizará por la baja participación ciudadana en las urnas ya que el efecto AMLO no estará presente, en cambio lo que si se notara será la movilización de las estructuras de los dos principales contendientes: PAN y Morena.

El PRI se encuentra en la lona, sin ningún nivel de gobierno que lo patrocine y que lo respalde por lo que el priismo podría vivir la peor de todas sus derrotas y con ello ahora si literalmente desaparecer. Así las cosas, la elección 2019 será una guerra protagonizada por el PAN y por Morena. Ganará la contienda quien planifique, organice y opere mejor su ‘maquinaria’. Por lo pronto ya se empiezan a realizar reuniones en diversos puntos del estado con el fin de ir reforzando las estructuras ya existentes, pero ojo también los nuevos partidos podrían tener jugada dependiendo a la figura que postulen.