La carpintería, su mayor pasión

Juan Fernando tiene planes de abrir de nuevo su fábrica de muebles.

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Juan Fernando Collí Santoz vive en la Región 233. (Israel Leal/SIPSE)
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Stephani Blanco/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El patio de su casa, ubicada por la avenida Niños Héroes, en la Región 233, es el refugio de Juan Fernando Collí Santoz, de 65 años, dedicado a fabricar muebles y labrar madera. 

Recuerda que a los 14 años de edad inició sus primeros trabajos;  sin embargo, desde niño nació el interés por dedicarse a esto que hoy es una profesión, o como él lo llama: su mayor pasión.

Originario de Campeche, Fernando ha dedicado su vida a trabajar con la madera, aunque sabe que la fuerza no es igual y “hasta que el cuerpo aguante” seguirá dedicado a esto.

Así como él, en el Estado hay cuatro mil 300 personas que trabajan la madera, de acuerdo con el Observatorio Laboral. En México, la población ocupada es de  297 mil personas, lo que representa menos del 1% de los que trabajan.

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Ahora sus manos se muestran ásperas y la vista se fue perdiendo con el paso de los años; pero sonriendo, en una silla construida por él mismo, recuerda aquellos tiempos en los que trabajaba arduamente por sólo 10 pesos a la semana, posteriormente el sueldo subió a 40 pesos, y con la experiencia que fue ganando, pudo instalar su propio taller y ganar más dinero. 

En promedio, el salario de los carpinteros es de 29 pesos por hora, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). 

“Fueron ocho años trabajando así, y a los 22 años fue cuando dejé de laborar, para tener un contrato en Campeche”, explicó. Su arribo a Cancún, en 1994, se da cuando llegó una Sociedad de Carpinteros, lo que redujo los costos en un 50%, quitando la clientela y abaratando los productos. 

Nivel de estudio

Ese año llegó al destino para armar los muebles de la colonia y desde entonces no se ha detenido. Con esto logró pagar los estudios de sus hijas y sacar adelante a su familia. Asegura que muchos de los que se dedicaban a esta actividad lo hacían porque no tenían la oportunidad de laborar en otros trabajos. De acuerdo con el Inegi, el nivel de estudios de los carpinteros es hasta secundaria. 

Dicha población, en su mayoría, tiene 49 años de edad; aprende su oficio de generación en generación. Los planes de Collí Santoz es abrir de nuevo su carpintería, un proyecto en el que ya trabaja, aunque sabe que la competencia ha llevado a que esto sea más difícil, pero es lo que le gusta.

Dijo que esta vez lo hará solo, ya que antes su esposa es la que vendía los muebles que él fabricaba, pero ella ahora atiende un negocio. Actualmente, seis de cada 10 carpinteros son casados.

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