“La chica del tren” una película poca recomendada

Después de un verano de fantasía un poco de suspenso suena bien, pero ésta cinta no lo tiene.

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La trama se basa en la novela del mismo nombre de Paula Hawkins, que Erin Cressida Wilson tradujo al lenguaje cinematográfico. (Contexto/Internet)
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Por Rafael R. Deustúa

La clave de cualquier película es darte la información suficiente para que te interese, pero no toda, así te mantienes interesado. De una escena a otra, el director resuelve unas incógnitas y abre otras, hasta llegar al clímax que resuelve la trama. Esto sirve para cualquier película, pero en las suspenso es vital, lo sé y usted acaba de leerlo pero al director de "La chica del tren" nadie se lo dijo.

Desde la ventana del tren, vodka en mano, Rachel espía cada mañana y tarde la vida de su ex marido con su nueva esposa, pero además una joven pareja vecina de ellos a los que califica de la pareja ideal. Un día descubre que la mujer de esa segunda pareja se engancha al marido , borracha decide enfrentala y baja del tren. Amanece al día siguiente golpeada, cubierta de sangre, amnésica y más tarde descubre que la chica está desaparecida.

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La trama se basa en la novela del mismo nombre de Paula Hawkins, que Erin Cressida Wilson tradujo al lenguaje cinematográfico. Eso trajo algunos conflictos por el tipo de narrativa de la novelista, con tres narradores diferentes, que se buscó simplificar con poco éxito.

En la narrativa el director Tate Taylor, abusa de los estereotipos lo cual le perjudica de dos formas: por un lado tenemos personajes plásticos que no nos interesan y por otro resultado predecible la trama como si fuera el especial de suspenso de "Melrose Place". Todos son bonitos y seductores en un entorno de lujo y por tanto se dan gusto en sus placeres, cual telenovela.

Otro problema de Taylor es que no logra interesarnos en sus personajes -quien afecta el tráiler logra mejor trabajo-, pero peor aún es que dejemos adivinar la trama entretejida entre distintas perspectivas de los personajes y vistaszos al pasado. Parece que por temor a que resulta confuso simplifica demasiado y deja entrever el final.

Emily Blunt se esfuerza por crear y representar un personaje coherente, creíble, dramático, pero las preocupaciones del director y la falta de respuesta de sus compañeros del reparto hasta los hacen ver sobreactuada. Comparte pantalla con Rebecca Ferguson, Haley Bennett, Justin Theroux, Luke Evans y Edgar Ramirez.

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