Ángel Castilla/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Las llamadas con reportes falsos a los números de emergencia en Quintana Roo tuvieron una disminución durante el primer semestre del año comparado con el mismo periodo de 2018, al pasar de 925 mil 440 a solo 568 mil 469.

Las estadísticas de la Secretaría de Seguridad Pública en el estado revelan que de enero a junio, el 089 (para denuncias anónimas) y el 911 recibieron un millón 124 mil 425 llamadas, de las cuales el 50.55% resultaron falsas.

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En 2018 el número de auxilios registrados por la policía fue de millón 451 mil 001, aunque en ese entonces en el 63.80% no había ninguna emergencia real.

El 089, ofrece un servicio de atención integral a las denuncias ciudadanas y garantiza su anonimato. El proceso inicia cuando un ciudadano se percata de un acto ilícito que se cometió o sospecha puede ocurrir en el futuro y como persona responsable, es su deber informar a las autoridades.

El 9-1-1, por su parte, proporciona servicios de auxilio en situaciones de emergencias, definida como aquello que pone en riesgo la vida tales como accidentes, urgencias médicas, fugas de gas, asaltos, extorsión, entro otros.

En este último caso, la ciudad de Cancún junto con Playa del Carmen concentra no solo la mayor cantidad de llamadas, sino también los casos falsos. El primero recibe diariamente un promedio de tres mil solicitudes de auxilio, mientras que el segundo más de mil 600 diarios.

El Código Penal del Estado de Quintana Roo establece como delito de uso indebido de los servicios de emergencia el hecho de realizar avisos falsos que provoque la movilización por parte de los cuerpos de seguridad.

La falta se castigará con una sanción de seis meses a dos años de prisión y de 50 a 500 días multa, de acuerdo con el artículo 220 quinquies.

La misma pena se impondrá a quien, a través de una llamada telefónica o cualquier otro medio, obstaculice la prestación de los servicios de emergencia o su equivalente.

Además de la pena señalada, el sujeto activo será responsable de los daños o perjuicios ocasionados a un tercero, como consecuencia del reporte falso. El delito se perseguirá de oficio.