Lluvia favorece liquidación de incendios en Cancún

El siniestro “Mi Ranchito” lleva una superficie dañada de 120 hectáreas.

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Cada día los brigadistas se alistan desde antes de salir el sol. (Victoria González/SIPSE)
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Licety Díaz/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Cayó la primera lluvia de la temporada de incendios forestales sobre el siniestro “Mi Ranchito”, brigadistas de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y voluntarios de la zona ejidal, luego de arduo trabajo con las altas temperaturas y el sol intenso, agradecen el agua, algo que no había ocurrido.

El escenario les cambia tras tres semanas que lleva activo el siniestro que hasta el momento lleva una superficie dañada de 120 hectáreas.

Cada día desde antes de salir el sol se alistan, van armados para la batalla contra el fuego, con gorras, lentes, guantes, camisas de mangas largas, botas, machetes, picos, dos motosierras, nueve mochilas aspersores, y una antorcha de goteo para contrafuego, con una mezcla de diesel con gasolina.

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Este implemento sirve para que en la guardarraya que hacen, al quedar un segmento de vegetación sin quemar, le prenden fuego para que se empareje el tramo, aunque cuentan que a veces es engañoso, pues con el fuerte viento, las chispas de algunas hojas caen al otro lado de la brecha en arbustos sanos, pero en gran medida, su uso es efectivo.

A las cinco de la mañana, se suben al camión, al llegar al kilómetro 173 de la carretera libre a Leona Vicario se desvían y toman un sendero monte adentro de cuatro kilómetros, al llegar a un campo de milpa se detienen, ya el resto deben hacerlo a pie, al ser el acceso muy difícil.

El humo se siente y se observa en los alrededores de los arbustos, tienen que adentrarse dos kilómetros para comenzar con el punto de trabajo.

Personal insuficiente

“Somos 10 hombres de la Conafor y cinco voluntarios de la zona ejidal, no damos abasto, necesitamos más mano de obra, ayer se retiraron los de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que eran 25, estuvieron por una semana y avanzamos mucho con ellos”, dijo Jorge Francisco Aparicio Padilla, jefe de la brigada de la Conafor en “Mi Ranchito”.

Abren brechas y hacen liquidaciones, con la motosierra cortan toda la madera que está alrededor para evitar accidentes, ya es madera inservible, y sólo se deja a un lado para que se consuma.

Se abastecen de agua por un banco que tienen cerca, al día llenan tres veces las mochilas aspersoras, útiles para rociar en los huecos de los troncos que tienen humos.

La lluvia

Comienza a llover alrededor de las 11 horas, va de menos a más, el aguacero da chance a que no avance el fuego, una oportunidad de liquidarlo de una vez por todas. El calor abraza en los senderos y se escucha cómo se quiebran los troncos de los árboles ante el goteo constante del agua.

“El lunes entró la maquinaria para abrir brechas, adelantó unos 900 metros, ya era necesaria para evitar que el fuego avance más hectáreas, se encuentra en la cabeza del incendio”, dijo Martin Dzib Un, enlace de Protección Civil en Leona Vicario. Se han encontrado con varios enjambres de abejas, han picado a algunos socorristas, pero ha sido leve.

A las 17 horas se retiran del campo, y luego de varios días de trabajo, notan que es menos el área de liquidación.

“La Amistad”, en la colonia El Pedregal, lleva 190 hectáreas afectadas, y está prácticamente aniquilado, 11 bomberos y 10 brigadistas de la Conafor lo rematan en la punta con pipas de agua y una manguera de extensión de 150 metros, las lluvias dispersas que cayeron en la zona también ayudan.

En la madrugada de ayer, los “tragahumos” atendieron tres reportes de incendio, dos en lotes baldíos, en la Región 104, en un área de 30 por 15 metros, y en la Región 77, a un costado de la antigua bloquera, en un terreno de cuatro por cuatro metros. 

El otro fue quema de maleza en la Región 247, sobre la avenida Las Tules, en una superficie de cinco por cinco metros, dijo Luis Thomas Hurtado Morris, director general del Cuerpo de Bomberos.

El incendio “Santa Alicia” aumentó a 10 hectáreas que se suman a las 90 de vegetación arbustiva perjudicada, con 30% de control y 15% de liquidación; y el de la “torre eólica”, presenta dos hectáreas consumidas, informó Rafael León Negrete, delegado de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

A pesar de ello, el aguacero favorecerá la liquidación de ambos incendios.

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