Nos insulta que maltraten a nuestros migrantes en Estados Unidos, luchamos a brazo partido por sus derechos, pero cuando se trata de migrantes ilegales en nuestro territorio se mira con otro criterio. No se habla del maltrato de las corporaciones policiales y de migración a los cubanos que cruzan por territorio nacional.

Los abusos y vejaciones que les somete en la estación migratoria Siglo XXI en Tapachula son infinitos. En un sitio con capacidad para 900 migrantes se tiene retenidas a más de 2500 personas en condiciones insalubres. Sin dejar de lado el hecho que los migrantes cubanos vienen y protestan a gritos los que en su tierra callan; defienden sus derechos y reclaman trato humano lo que ni muertos hacen en Cuba so pena de cárcel o aislamiento social.

Sin embargo, si pedimos trato humano para nuestros migrantes nos vemos bien mal tratando a los migrantes en nuestra tierra. Los acuerdos entre México y Estados Unidos en tema migratorio obviamente ponen al tema cubano en el ojo del huracán pues son los únicos migrantes que aún son cubiertos por la “Ley de Ajuste Cubano” (no confundir con la llamada “pies secos pies mojados”, que ya fue derogada) que les permite solicitar la residencia al año y un día de estar en territorio norteamericano.

A la larga los migrantes de la tiranizada isla quedan en medio de los contubernios del Gobierno Federal con los Estados Unidos para reducir la posibilidad de asilos políticos a cubanos y con el régimen de La Habana por los coqueteos constantes de la deriva ideológica de las partes más reaccionarias de Morena y partidos afines como el PT que añoran instaurar una dictadura en México.

Sí, no lo llamemos de otra forma, aunque duela: personajes como Noroña quieren instaurar una dictadura estalinista en México. Ya se rumora la posibilidad de participar en el cruel mercadeo de médicos cubanos por dinero que ha sido denunciado ante las más altas instancias de derechos humanos como “esclavismo y tráfico de personas”.

El ciclo se cierra: se devuelven los migrantes cubanos, se queda bien con los gringos y se hacen tratos con los esclavistas de La Habana para que nos manden médicos a los que se les paga miles de dólares que van al bolsillo de las hienas verde olivo mientras a los pobres se les da una miseria para sobrevivir. Y lo más lamentable de todo es que ninguna de estas acciones es en beneficio de México, ni siquiera se motiva una emigración calificada de Centroamérica o de Cuba que sería magnífico para nuestro país.

Y por encima de todo, la indolencia de los medios, se ha hecho una tormenta mediática sobre la foto de un padre salvadoreño con su hijita de tres años ahogados en el río bravo. El hipócrita canciller de La Habana tuiteó de esto despotricando contra los EEUU y ni él ni nadie ha dado publicidad alguna a los 50 cubanos entre mujeres, niños y ancianos que murieron ahogados en la Selva de Darién hace tres semanas. Que Dios nos libre de caer en la misma tabla de descaro y de silencio que ese hombrecito malvado.