Stephani Blanco/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Las llamadas a casa para cobrar un adeudo de una tarjeta bancaria sorprenden a siete de cada 10 personas que deben escuchar al operador sin ser quien debe a dicha institución, situación que ocurre principalmente en Cancún y la Riviera Maya por el cambio de residencia.

Código de ética entre agencias 

Aún no se cuenta con un órgano que regule a los despachos de cobranza, sin embargo, desde hace años la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), inició un proceso de reglamentación de casi el 70% de las agencias para que cumplieran con un código de ética pero un 30% decidió no afiliarse y son estos los que incumplen con llamadas, detalló Rafael del Moral González, delegado estatal de la Condusef en la entidad.

Detalló que cada mes en Cancún reciben 10 quejas por malas prácticas de los despachos pero la mayoría ni siquiera son los deudores, pero no pueden hacer más que recibir el reporte y dar una recomendación al banco. De las instituciones que más se tienen quejas es de Banco Azteca.

Denunciar llamdas en el apartado "malas prácticas" 

Las personas al momento de recibir la llamada deben anotar la hora, el nombre del banco, de la persona que llama, el monto y en caso de no ser el deudor incorporar a quién le están cobrando. Con esos datos realizar una queja en el portal de Internet de la Condusef, en el apartado “malas prácticas”.

A finales del 2014 esperan que con las nuevas facultades de la Condusef comience las sanciones para aquellos que no respeten horarios para realizar las llamadas, dejen recados a los niños u adultos mayores así como hablar con palabras altisonantes e insultar al receptor.  Están en los últimos ajustes y con ello se pondrá “mano dura” a los despachos que abusan de su autoridad ya que hay casos de amenazas al momento de cobrar.

Para aquellos que reciben llamadas de otra persona deben reportarlo al banco e informar que el deudor dejó de vivir ahí o la línea fue cambiada para que dejen de molestarlo.