Dudas que alertan, aunque no matan

Turismo y seguridad: dos temas en boga permanente en Quintana Roo...

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Turismo y seguridad: dos temas en boga permanente en Quintana Roo, puestos en la palestra nacional recientemente, para el debate público, durante el Tianguis Turístico de Acapulco, quizá como nunca. En torno a ellos abundan los análisis y las propuestas, posiblemente, también de manera inédita.

No es para menos, considerando la exposición de un evento con cifras récords: 88 países participantes (contando a México); más de 37 mil citas de negocio entre más de 2 mil 600 expositores y mil 596 compradores, así como una derrama de 200 millones de pesos que dejaron los aproximadamente 7 mil visitantes calculados (66% mayor a la de 2016).

Por todo, los opinólogos se preguntan con insistencia: ¿Cómo blindar –por fin– a la industria de la imagen provocada por hechos violentos? Para algunos la complicación surge al exponer los números, como en el citado foro, que resultan favorables incluso con los acontecimientos adversos ya conocidos.

Se torna ejemplar el caso de Acapulco, destino que ha permanecido durante años en la mira por sus índices delictivos, sobre todo por los homicidios, y sin embargo no ha dejado de contar turistas. Lo mismo pasa con Cancún y Playa del Carmen, donde las autoridades aseguran no ha habido cancelaciones de ningún tipo.

Y tienen razón en confundirse, porque pese a tales hechos registrados desde hace años, se ha convertido en un auténtico motor del desarrollo, cualidad que trasciende al ámbito internacional al confirmar que el país pasó del decimocuarto lugar al noveno en el ranking de visitantes, con todo lo que implica.

El año pasado se recibió a 35 millones, el setor representa 8.7% del PIB y genera empleos para casi 9 millones de personas. Respecto al turismo nacional, basta decir que cuatro de cinco habitaciones son ocupadas por mexicanos. Aun así, expertos sospechan que este año habría 13 millones de viajeros menos al interior debido a cuotas carreteras, costo de combustibles e inseguridad ¿En quién confiar?

¿Pasará lo mismo con el estado? Según la numeralia divulgada hace pocos días por el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública, de la Secretaría de Gobernación, en Quintana Roo (así como otros cinco donde se consumó la alternancia), han aumentado los delitos, entre estos los homicidios y las extorsiones.

Entonces brotan las preguntas: ¿Antes se manipulaban las estadísticas? Prevalece inclusive un cuestionamiento más temerario: ¿Es cierto aquello de las negociaciones con los criminales? Porque el caso del ex fiscal nayarita hoy preso, Édgar Veytia, da rienda suelta a las conjeturas, pues durante su gestión se logró reducir 89% los delitos dolosos, aunque ahora sabemos el vergonzoso por qué.

Turismo y seguridad, dos temas en boga… y en suspenso.

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