Pese al caos heredado por la ex presidenta municipal y actual regidora de Cozumel, Perla Tun Pech, el arranque de Pedro Joaquín Delbouis ha sido ágil. Al compararlo con los otros municipios que acaparan la atención, como Othón P. Blanco, Solidaridad, o incluso Benito Juárez, la etapa inicial en la isla ha sido fructífera en la mayoría de los ámbitos.

Resulta que Joaquín Delbouis está bien arropado. Quizá como ninguno. Desde la campaña tuvo acercamiento con servidores públicos de los tres niveles y poderes, así como de otras entidades para recoger experiencias positivas, lo cual le permitió tener una visión panorámica del ejercicio político-gubernamental.

A lo anterior se debe sumar dos realidades imposibles de ignorar: tiene una estrecha relación con el gobernador Carlos Joaquín González, su tío, y obviamente con Pedro Joaquín Coldwell, su padre. El actual secretario federal de Energía fue gobernador del estado y es el único político quintanarroense que ha jugado en esas grandes ligas. Es, pues, su asesor de lujo. El de cabecera.

Con el mandatario estatal, es inmejorable. “Mejor de lo que yo creía”, reveló en una exclusiva reciente para En Órbita. Antes de asumir funciones, se había reunido con una decena de secretarios del gabinete joaquinista, y desde el 30 de septiembre, la cifra aumenta. La coordinación es ejemplar.

Igualmente desde la campaña, ha sostenido juntas con sectores empresariales, principalmente hoteleros e inmobiliarios, para apuntalar las inversiones en esos ramos. Hasta hoy se sabe que habría amarrado dos desarrollos hoteleros con capital peninsular y dos más inmobiliarios. Habría otro de viviendas. Todo lo anterior, sin descuidar el turismo de cruceros, el motor del progreso.

Por si eso fuera poco, propició la apertura con los de Morena. Encuentra diálogo y apertura con el senador José Luis Pech, con la diputada de su distrito, Adriana Teissier, con el llamado “superdelegado” Arturo Abreu, entre otros. Muchos de ellos han intentado gestionar recursos federales con el tiempo encima, debido a las complicaciones en la entrega-recepción.

Por lo mismo, no ha dejado de agradecer a los suyos, del PRI, pero también a los del PAN, a los de Morena y a los de otros partidos. Es probable que operar sin distingos de colores sea tan funcional para sus propósitos, como haber tejido las alianzas antes mencionadas.
Su plan es “rescatar Cozumel”, como lo repite sin descanso. Conforme se van conociendo los datos de la anterior administración, no es exagerada tal misión.