Cierre con broche de oro

Un estudio le cae como anillo al dedo al gobierno de Quintana Roo en pleno cierre de año...

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Un estudio le cae como anillo al dedo al gobierno de Quintana Roo en pleno cierre de año, con el cual están sacando buenas cuentas por obvias razones: demuestra efectividad, reivindica los motivos por los que ganó y encara un 2019 con respaldo suficiente, no sólo por la nueva dinámica nacional que aplica la administración federal, sino porque es un año electoral.

La buena nueva: el gobernador Carlos Joaquín destacó este año entre quienes gozan los mejores niveles de aceptación de la ciudadanía y de los empresarios, según Data Coparmex, un conjunto de 10 indicadores que dan seguimiento a los temas de mayor relevancia pública y económica del país.

Creados a partir del procesamiento de datos oficiales y consultas a socios de la Coparmex (un sindicato patronal independiente, apartidista y de afiliación voluntaria que reúne a mujeres y hombres de negocios de todos los sectores), los porcentajes permiten visualizar los tipos y niveles de retos que aquejan a cada entidad.

El análisis aborda asuntos como transparencia, rendición de cuentas, formalidad, mejora regulatoria, cultura salarial y otros. En ellos, Joaquín González alcanza entre 50% y 59% en “cumplimiento del trabajo para el que fue electo”. En el ítem Mejores Empleos se destaca la conducción administrativa con un porcentaje de entre 70% y 79% respecto a la población con un empleo formal y con ingresos suficientes para cubrir la línea de bienestar.

Hasta noviembre se habían generado 43 mil 968 empleos formales, un incremento sustancial a los 41 mil 194 registrados en 2017. Este crecimiento constante ha mantenido a Quintana Roo como el principal generador de empleos. Dicha cifra representa casi el triple del ritmo de crecimiento de empleos a nivel nacional y la meta para 2019 es llegar a 50 mil en la entidad, según ha declarado el gobernador.

A esto le suman la supuesta disminución de la deuda pública de Quintana Roo -duplicada durante los dos sexenios anteriores- bajando de 7.5% del PIB en 2017, a 6.8% este año, con la meta de reducirla a 5.7% en 2019.

El reporte señala algo a la vista desde el arranque: “ha logrado mantener, a pesar de las adversidades naturales, y de la inseguridad y la corrupción que le dejaron sus antecesores, buenas cuentas en materia turística y ha emprendido acciones de transparencia en el ejercicio de los recursos públicos”.

Evidentemente no todo está hecho. Pero en el marco de las reflexiones de fin de año y de las transiciones en materia federal, es justo reconocer el esfuerzo eficiente de una administración que entrega gratos resultados hacia la mitad del período de su gestión.

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