¿Sí estarán a la altura?

La XV Legislatura cumplió lo previsto durante los primeros meses de operación política...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

La XV Legislatura cumplió lo previsto durante los primeros meses de operación política en los albores de la era del cambio, cuando el gobernador Carlos Joaquín González abanderó las causas de la ciudadanía, ganó y pidió a los integrantes de dicho Poder permanecer conscientes del primer gran reto.

La mayoría de los deseos giraba en torno a la justicia, con el combate a la corrupción y a la impunidad como ejes. Así se entendió que su célebre frase “en Quintana Roo el que la hace la paga” debía ser asumida por diputadas y diputados, y más tarde por los miembros de un Poder Judicial también sujeto a los cambios requeridos, vale recalcar, por la ciudadanía. Porque la participación y la exigencia del electorado tenían que ver con desterrar todo rastro del borgismo, como se ha analizado hasta el cansancio.

Por ello sucumbió finalmente el paquete de impunidad, consumado tiempo antes, durante el quinquenio pasado; y por eso además sobrevino una ola de detenciones relacionadas con lo que se ha documentado: saqueo, despilfarro y remate del patrimonio. Para todo ello fue clave, pues, la XV Legislatura.

La encabezada por el panista Eduardo Martínez Arcila entendió bien cuál era su misión y actuó en consecuencia, en coincidencia con lo que clamaron los votantes y en equipo con las otras fuerzas sumadas a la lucha contra lo que, se dijo, era un “enemigo común”, independiente del origen partidista de los legisladores.

Ahora bien: aun cuando al mediodía de este domingo 2 de junio era imposible conocer el resultado oficial (acaso sí una tendencia), es necesario insistir en la idea de que la XVI Legislatura, que rendirá protesta el 3 de septiembre, encuentre su propio fin en sí misma. Su propósito de ser. Y para ello, sus miembros deberán considerar las nuevas reglas del juego.

Entre tales reglas está, por ejemplo, la desaparición de la Gran Comisión, lo cual transformará la dinámica interna acostumbrada, con su posible reajuste en la relación con los otros poderes, en un intento por ofrecer piso parejo, y seguramente, por garantizar la autonomía e independencia.

Desde antes de la jornada electoral de ayer rondaba ya una duda: ¿Serán capaces de estar a la altura de los innumerables desafíos a la vista? Los desafíos de Quintana Roo y de México, por supuesto. ¿Están conscientes de esta etapa crucial? ¿Trabajarán por las causas de la mayoría? La duda, razonable en todo caso, se debe al poco interés obtenido en campaña.
Se abre un nuevo e interesante ciclo en la entidad.

Lo más leído

skeleton





skeleton