En las últimas horas se ha concretado un plan de acción para proteger nuestro patrimonio natural: playas, arrecifes, corales y demás ecosistemas costeros, los cuales, como atractivos turísticos, son vitales en la ganancia de 10 mil millones de dólares (en 2018) y la generación de 400 mil empleos directos.

Lo anterior se debe a un seguro en favor de arrecifes y playas en caso de huracán. La póliza contratada por el gobierno de Carlos Joaquín González al Grupo Financiero Afirme entró en vigor el 1 de junio y estará vigente al 31 de mayo de 2020, convirtiéndose en la primera entidad del mundo en adquirir un blindaje de ese tipo.

Ello, en el contexto del arribo masivo de sargazo, porque desde el día 7 se emitió una declaratoria con la cual entraron en vigor los protocolos de combate a la macroalga, activándose así el Consejo Estatal de Protección Civil, que se constituyó en sesión permanente para coordinar las actividades mientras continúe el recale.

Cabe recordar que algunos científicos han asociado al sargazo una peste y un blanqueamiento en la barrera arrecifal, lo cual activa otras alarmas, ya que desde 2017 se lleva a cabo un programa de Restauración de Arrecifes Coralinos, en coordinación con el Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (Inapesca), gracias al cual se ha producido casi 35 mil corales de 13 especies. Operará hasta el 2022.

En definitiva, era necesario e impostergable un seguro con esa cobertura por lo que está en riesgo, pues aunado a todo lo descrito actúan como cortinas ante tormentas o ciclones, atajando las mareas y los vientos que impactan negativamente en el territorio, construido o con riqueza natural intacta.

Por otro lado, es bien valorado por ambientalistas y empresarios, quienes se han sumado a las medidas tanto de mitigación como de limpieza en el litoral con creciente interés, constatado cada fin de semana de norte a sur, donde inclusive los estudiantes son parte de las brigadas.

Sin embargo, deben incorporarse ya iniciativas más amplias; por ejemplo, vigilar (y castigar en su caso) los servicios turísticos descuidados, la generación de basura, la contaminación por descargas de aguas residuales, el uso de pesticidas o fertilizantes, la construcción de infraestructuras como puertos, marinas y diques, la captura de especies ornamentales, así como la extracción de material (arena, piedra caliza y otros).

Quintana Roo ha dado un paso gigante. Se pone un ejemplo internacional.