Mara y su momento

Lo hemos publicado en este espacio editorial de Novedades: la presidenta municipal de Benito Juárez...

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Lo hemos publicado en este espacio editorial de Novedades: la presidenta municipal de Benito Juárez, Mara Lezama Espinosa, ha decidido reivindicar ya esa característica que la llevó al triunfo en el 2018 con 190 mil votos; esa que determinó, primero su carrera periodística, y después su extraordinaria campaña electoral. Faltaba demostrarla como servidora pública.

Al orden que privilegió durante los primeros meses para “transformar” según los parámetros del “gran proyecto”, le siguió un proceso electoral -con veda incluida- que condicionaron su actuar de cara a la gente, acaso en su mejor faceta. Es decir, el trabajo de oficina, puertas adentro, fue obligado por razones lógicas, en tanto llegaba “el momento”.

Ahora con estabilidad política debido, entre otros aspectos, al triunfo de su partido Morena en todos los distritos con cabecera en su municipio; con crecimiento económico, exhibido en los indicadores de afluencia e inversiones en curso o proyectadas, así como mejores tasas en el rubro de seguridad (el más sensible de los retos), la coyuntura resulta propicia para salir a la calle.

Así se le encuentra sentido a programas como Econéctate, Tierra de Todos y otros que la mantienen en contacto directo con la ciudadanía, en un ambiente que le favorece paulatinamente y cuando sus acciones son reconocidas por el Presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador (con alta popularidad, cosa no menor), quien le dio sonado espaldarazo en la mañanera del lunes, a unos días de su visita a Quintana Roo.

¿Qué mejor para una anfitriona? En un contexto de abucheos, dudas y desconfianzas en las giras del mandatario, los datos respaldan a quien calificó “muy buena presidenta” y “honesta”. Un gesto, vale advertir, hacia la mujer política y también hacia la persona, como no se ha referido a otras u otros, cuestionadas o no.

En los círculos de análisis llaman “empujoncito” al mensaje del lunes pasado. El próximo lunes 24 podría ser entonces un “empujonzote”. ¿Es suficiente? No. En la administración 2018-2021 admiten que los desafíos son equivalentes a las expectativas, que falta mucho por hacer y que las circunstancias dependerán de factores incluso externos.

Ni en turismo ni en seguridad -por colocar temáticas referenciales- se pueden echar campanas al vuelo aun cuando las cifras tiendan hacia lo positivo. Lo saben en el gobierno de Lezama. En el arranque en serio no cabe el conformismo y esa es una tranquilizante señal.

Ese “momento” ha llegado. Es otra etapa.

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