Este mes se conmemora el “Día Internacional Sin Plásticos” (fue el 3), aunque no es una fecha formalmente reconocida, ni menos muchos festejada. Esa indiferencia es, en todo caso, fruto de una realidad innegable, pues durante años perduró en torno a las acciones amigables con el medio ambiente. Porque cabe recordar que las medidas en favor de la naturaleza son "recientes" en este lado del mundo.

Por lo mismo es importante compartir información a fin de generar mayor interés y conciencia. Es que la polución por plástico, que es la acumulación de productos de ese material, produce efectos adversos sobre la vida silvestre, el hábitat natural (ríos, océanos, bosques, etc.), los recursos naturales y la salud. Y México posee una riqueza natural incalculable, expuesta a esa indiferencia muchas veces criminal.

Ese triste panorama se empieza a asimilar de mejor manera; y tanto los gobiernos, como los empresarios, los académicos y la sociedad civil organizada, por fin toman cartas en el asunto. Lo vemos en Quintana Roo, y específicamente en Benito Juárez, donde hay una ley para toda la entidad y se modificó el Reglamento en el municipio mencionado. En ambos documentos se incorporan conceptos como "prohibición" de plásticos de un solo uso (con excepciones para materiales de construcción e implementos médicos), vigentes desde este mes en curso. Es una buena noticia.

El caso es que se ha avanzado sin ambages en una materia sensible, insoslayable, por esa polución referida anteriormente. Es más: en este municipio citado, está por aprobarse el nuevo Reglamento de Ecología, preparado en la Comisión respectiva (que preside la regidora Anahí González Hernández), el cual incluye el andamiaje legal aludido ya en vigor.

Es que no podemos minimizar. Los plásticos pueden liberar químicos al suelo que luego se filtran en los mantos acuíferos u otras fuentes de agua, causando la polución del recurso hídrico, así como daños a las especies que consumen el agua. Nuestro estado posee una valiosa red de cenotes que incluso representan atractivos turísticos.

Además causan severas afectaciones a los animales, particularmente a los mamíferos marinos. Se ha encontrado este material en el sistema digestivo de unas 600 especies, desde ballenas y tortugas, hasta mejillones. A veces quedan enredados o atrapados en los plásticos, los cuales les asfixian y producen la muerte. De hecho, se ha estimado que más de 400 mil mamíferos marinos mueren cada año a causa de los plásticos en los océanos.

Por si fuera poco, algunos de los elementos químicos utilizados en la producción de plásticos pueden ser absorbidos por los seres humanos a través de la piel, pudiendo causar dermatitis; pero también contaminan la sangre de más del 90% de la población, incluidos los recién nacidos.

Está documentado y ha sido divulgado por agrupaciones civiles, las Naciones Unidas y otros organismos internacionales mediante trabajos serios, con respaldo científico. No es una narrativa de ciencia ficción.

Ha llegado, pues, el momento de actuar.