Tuvo eco el acto panista del domingo pasado cuando fue presentado Faustino Uicab Alcocer como dirigente estatal, junto a su comité directivo, en Chetumal. La repercusión fue por la presencia del gobernador y su discurso, no por el cambio en sí mismo.

Ante líderes, referentes y servidores públicos de ese partido, un Carlos Joaquín ataviado de azul pidió gastar los zapatos, recorrer las calles, visitar casa por casa y tocar puerta por puerta para refrendar su vigencia. Fue una reivindicación de su gobierno al partido y viceversa.

Ocurrió un día después de que la hoy morenista Marybel Villegas (acompañada por una veintena de senadores, incluido el mandamás de la cámara alta Ricardo Monreal), rindiera su primer informe de labores legislativas en el Centro de Convenciones de Cancún, donde profirió un discurso confrontacional contra el Ejecutivo estatal. Fue su “destape” hacia 2022.

Como es lógico, se especuló acerca del inicio de la carrera. Si el discurso de Joaquín González obedeció o no a lo ocurrido en Cancún, sabrá él, aunque así parece. Y tendría sentido que sí, porque en estos días han surgido más nombres apuntados para la competencia que pasa invariablemente por el 2021, cuando se elegirá presidentes municipales y diputados federales. Es decir, no solamente se trata de Villegas ni de la sucesión.

En esa ruta, el mandatario seguramente querrá perfilar a los suyos, a quienes ve con posibilidades y a las personas que pueden continuar un legado que la ciudadanía no ha dejado de apreciar con buenos ojos: restableció el orden, procura justicia y consigue logros. Sin duda alguna.

Pero también porque el PAN necesita cohesión, unidad, reconciliación. Se conocen las discrepancias después de su elección interna y que ciertos cuadros emigran hacia México Libre y otros institutos. Los grupos son visibles y los desencantos igual.

Además, el recado pareció tener más destinatarios, aliados conocidos y posibles socios, como el PRD, con el cual ganó él en 2016. Se ha comprobado un bloque antimorenista ampliado en el ámbito nacional, que podría ser impulsado acá llegado el momento.

Por si fuera poco, en las más recientes encuestas nacionales, Morena, el del Presidente Andrés Manuel López Obrador, le saca ventaja de tres a uno al blanquiazul, aun cuando está inmerso en una batalla fraticida por la dirigencia nacional. Los ejercicios estadísticos varían; lo cierto, es la ventaja.

Los panistas toman un segundo aire. Veamos qué pasa.