Licety Díaz/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La basura es algo a lo que nos enfrentamos en la vida diaria, pero una solución para contrarrestar los materiales orgánicos naturales, basura doméstica y otros desechos que llegan vía marítima a Isla Contoy es reorientar en cuanto al tipo y cantidad de productos que se consume y crear cultura de cuidado ambiental, señaló Catalina Galindo de Prince, directora ejecutiva de la asociación civil Amigos de Isla Contoy.

Desde hace años en Isla Contoy años se trabaja con el programa de educación ambiental y se percata que cada año que pasa suman más voluntarios o personas interesadas en la preservación de la flora y la fauna de la Isla Contoy, declarada área natural protegida desde hace cinco décadas, donde las nuevas generaciones aportan su grano de arena.

A dos horas de travesía en barco, ubicada a 30 kilómetros de Isla Mujeres, aparece esta isla deshabitada con 230 hectáreas de superficie terrestre y administrada por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) dependiente de la Secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

El Centro de Visitantes, los baños con sistema de compostaje en seco, el faro, el Mirador con 30 pies de altura, el campamento de pescadores, el cual está habilitado por seis meses en el año y el de militares que cuidan la zona, son las únicas construcciones en pie, el resto conserva su estado virgen, en donde el 70% predomina el manglar.

Isla Contoy es una región que se presta al estudio de los animales y plantas que allí habitan, por lo que biólogos se establecen por tiempos para investigación, además de monitoreo de tortugas y otras especies en el sitio junto con guarda-parques y militares que velan por su conservación.

Este refugio de aves marinas como la fragata, la cual es la que más abunda en el estado de Quintana Roo, el pelicano café, la garza nocturna, entre otras, se refugian en la laguna Muerta donde se encuentra la Pajarera Norte y la laguna de Garzas donde está la Pajarera Sur y en el Centro de Visitantes donde se encuentra la Pajarera Centro, viven en plena seguridad y representa el refugio de aves más importante del Caribe mexicano.

Galindo de Prince explicó que esta época es de apareamiento de las fragatas donde el macho con su pecho rojo inflado y su canto atrae a la hembra, la cual prepara el nido para que a finales de marzo salga el pichón. Ellos logran dar un ave cada dos años. La isla también acoge muchos reptiles, crustáceos y peces.

Jimmy Sánchez Escalante, representante de la organización no gubernamental, Océanos Limpios, comentó que hay que llevar más prácticas de desarrollo sustentable, por lo que la prevención de la contaminación del mar es una lucha constante.

Lidia Granados Bárcenas, bióloga del parque de la isla, encargada del área de la cultura para la conservación, informó que el número de visitantes al parque está limitado a 200 personas por día.

Para ello se capacita a los guías del parque en los recorridos con los turistas y que tengan conocimiento de toda la flora y fauna del área, donde existe duna costera, manglar y arrecifes coralinos. El arrecife Ixlaché al sur de Isla Contoy marca el inicio de la segunda barrera Arrecifal más larga del mundo, el Gran Arrecife Mesoamericano.

De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, los desechos plásticos causan la muerte de más de un millón de aves marinas cada año, así como de más de 100 mil mamíferos marinos. Jeringas, encendedores y cepillos de dientes han sido encontrados en el interior del estómago de aves marinas muertas, quienes los confunden con alimentos.

Un estudio respaldado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) arrojó que los contaminantes encontrados en el Caribe mexicano ponen en riesgo al turismo, lo cual es sólida en la actividad económica en la nación.

En la actualidad las cantidades de contaminación no representan una amenaza para la salud, sin embargo se prevé que para el 2030 la población sea 10 veces mayor, por lo que se requieren controles más estrictos.