Matrioshka de 140 caracteres

Twitter inició la jornada con un anunció sorprendente: de buenas a primeras, suspendió el contenido pagado y publicidad de las plataformas noticiosas...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Twitter inició la jornada con un anunció sorprendente: de buenas a primeras, suspendió el contenido pagado y publicidad de las plataformas noticiosas RT News y Sputnik, ambas rusas, por su injerencia informativa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

La noticia dada a conocer en su blog, sorprende no tanto por sí misma, sino por la sencillez con que las agencias noticiosas de internet tienen difunden su información a pesar de los supuestos “filtros” de las plataformas de difusión, siendo éste el “coco” que tantos rompederos de cabeza ha causado en las autoridades de EU y Europa, y que tristemente, muy poca atención ha tenido en nuestro país, donde la ciberseguridad no pasa de ser un tema financiero, y aún si, con miras un tanto básica sobre su aplicación y seriedad.

El problema entre Twitter y los medios rusos es bastante sencillo de entender. Twitter se dio cuenta de que las agencias se aprovecharon de un pacto comercial para difundir notas tendenciosas y #FakeNews a través de los contenidos pagados que cualquier empresa puede contratar en la red social. La información de RT y Sputnik, de acuerdo con un dossier de inteligencia de Estados Unidos, no sólo era falsa, sino fuertemente cargada hacia los intereses del gobierno ruso, lo que interfirió con la libertad de decisión los ciudadanos al momento de ir a votar.

Podría resultar risible que una red social frene a un cliente por consideraciones por demás subjetivas, aunque bastante reales. Suena casi a la censura que en cualquier otro escenario estaríamos tachando como “represión”, sin embargo, lo más interesante del caso no está en la prohibición o el intento (o éxito) ruso de tomar el pelo al ciudadano estadounidense, sino en la facilidad con que se puede manipular la información en las redes sociales, con o sin medidas anti #FakeNews.

Desde hace tiempo hemos afirmado que el verdadero problema con las noticias tendenciosas no está en las redes sociales, sino en los usuarios. La baja calidad de la educación “real” de la sociedad digital en masa la hace no sólo susceptible a las noticias “con sabor”, sino víctimas de las malas intenciones de medios con agenda, como RT y Sputnik, cuyas noticias tienen clara tendencia contra Estados Unidos y las políticas de la Unión Europea, tan es así, que se ha acusado a RT News de tergiversar la realidad del independentismo catalán, para minar la imagen europea en los países latinoamericanos.

El remedio único para evitar otro asalto ruso de las redes sociales está en el origen del problema. Nuestra comprensión de las redes sociales, considero, debe avanzar hacia la autocrítica y el cuestionamiento que hoy por hoy, sí hacemos con otros medios, principalmente los escritos y las televisoras, a los que no sólo cuestionamos, sino que claramente “les cantamos” el precio en sus cuentas de redes sociales cuando comenten abusos, tal cual ocurrió con el caso #FridaSofía o el #FiscalCarnal.

Esa natural tendencia mexicana a la desconfianza es lo que debemos explotar para evitar que las #FakeNews envicien el ya de por sí complicado proceso electoral de 2018, que sin necesidad de RT News u otra KGB, también enfrentará situaciones que como una matrioshka, sólo esconderán más peligros que minen la integridad del proceso. Si los ciudadanos digitales exigimos a los medios digitales la misma calidad que demandamos de las televisoras y periódicos, poco efecto tendrían los “bots” e información tendenciosa en redes sociales. La cuestión es hacerlo. 

Lo más leído

skeleton





skeleton