Alejandra Flores/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- “Sostengo que un poeta que sólo escribe para realizarse en su obra, crea un monumento al ego. Para mí, el poeta no sólo debe realizarse en lo que escribe, debe ayudar a que todos se realicen y eso creo, lo consigues volcando tu practica y tu obra, a la búsqueda de un mejor mundo”, afirmó en entrevista el escritor Mauricio Ocampo, autor del libro “Necrologio”, presentado anoche en el foro de Malpazito, espacio que dio cabida a la poesía como puente comunicante, así como a la música como aderezo significante.

Rock de tendencias metaleras y de hard core rayando en punk, vistió la presentación cuyo afán no fueron sólo las búsquedas estéticas sino las resonancias sociales, los ecos que se tornan grito, aplauso, silencio incómodo.

También te puede interesar: El 43% de los quintanarroenses es... millennial

“Necrologio” da continuidad a la línea temática de este poeta sociólogo, “son poemas fuertes, con un contenido social más latente porque parto de que el poeta no sólo debe describirse a sí mismo, sino que tiene la responsabilidad de describir la realidad más allá de su yo. Y en este caso, asumo la responsabilidad de mostrar la otra realidad, la que duele. No es una realidad que vende, porque no es folk, no es glamour, no es lo moralmente correcto. Sin embargo, pretendo que ese dolor, que esa realidad dolorosa, pueda ser vista a partir de una estética poética”, explicó Mauricio Ocampo, quien forma parte del legendario colectivo del llamado Rincón Rupestre. 

Comentado por John MacLiberty y Leonardo Kumul, la presentación del poemario contó con la participación de Alí Benítez, Daniel Campos y Giovanni Chulel, en la lectura metal-poética.