Microempresarios se rebelan contra “ley de alcoholes”

Consideran que se favorece a las grandes cadenas al extenderles el horario de venta.

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En Othón P. Blanco, los minisúper pagan 60 pesos, los restaurantes 80 y los bares 100 pesos por hora extraordinaria de venta de alcohol. (Daniel Tejada/SIPSE)
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Ángel Castilla/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Microempresarios dedicados a la venta de bebidas alcohólicas en todas sus modalidades se ampararán contra la Ley Sobre Venta y Consumo de Bebidas Alcohólicas que entrará en vigor el 11 de febrero.

Joaquín Ismael Noh Mayo, presidentes de la Unión de Propietarios de Restaurantes, Bares y Similares (Uprobars) en el sur del estado, informó que los 180 micro y pequeños empresarios de Chetumal y Bacalar recurrirán al amparo, y convocó a todos los empresarios de bebidas alcohólicas (con o sin venta de alimentos) a que se amparen contra la llamada “ley de alcoholes”.

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“Una vez que entre en vigor esa ley los más perjudicados somos los empresarios, la economía de la ciudad y nuestros empleados: es una ley que atenta contra las fuentes de empleo y contra la economía de Chetumal y Bacalar”, dijo.

Señaló que en una reunión celebrada ayer al mediodía con autoridades de la Secretaría de Gobierno y Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), informaron que aún no hay un acuerdo establecido en la manera en la que se trabajará en la adaptación de la ley; todo dependerá de cada ayuntamiento.

“La ley no se aplicará en su totalidad, será en partes mientras adaptan la situación de cada municipio, pero la aplicarán en cuestión del horario: se dejará de vender hasta las 11:00 de la noche, en envase cerrado; y hasta las 3:00 de la mañana como horario máximo, siempre y cuando paguen horario extendido y cumpliendo una serie de requisitos sacados de la manga”, dijo.

Noh Mayo expresó que esa ley se debe de suspender porque solamente favorece a las grandes empresas, las cuales tienen como horario establecido para la venta de alcohol hasta las 9:00 de la noche, y con la implementación disfrutarán dos horas más, lo que representa una competencia desleal.

En el caso de Othón P. Blanco, los minisúper pagan 60 pesos, los restaurantes 80 y los bares 100 pesos por hora extraordinaria que utilicen todos los días, pero pueden vender hasta las 5 de la madrugada.

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