Claudia Olavarría/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El “Árbol de la Fraternidad” fue plantado en 1989 como sinónimo de hermandad de los habitantes de Cancún, que migraron de sus lugares de origen en busca de una mejor calidad de vida.

La idea de sembrar un árbol con tierra proveniente de los diferentes estados del país de donde prevenían las personas residentes en Benito Juárez. Inició en 1987 con Gabriel Paredes, quien era presidente del Club Rotario Cancún, de acuerdo a una publicación de Novedades Quintana Roo. 

En 1988 el huracán Gilberto azotó las costas del Estado, pero luego del embate de la naturaleza, salió a relucir la fortaleza de la población que de inmediato, sin necesidad de que alguien la organizara, trabajó hasta lograr la reconstrucción de la ciudad y la zona hotelera, principal fuente de ingresos.

Por ello, Club Rotario retomó el proyecto y en 1989 sembraron el “Árbol de la Fraternidad”; el Ayuntamiento Benito Juárez, para ese proyecto, otorgó un espacio en la glorieta de las avenidas Xpuhil y Palenque, donde sólo había pasto y pequeños arbustos. 

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Con ese árbol la población simbolizó la diversidad cultural de los habitantes de Cancún y la fraternidad para mantener en alto el destino vacacional.

A unos metros de la planta hay una estructura monolítica con una placa de concreto en la parte superior, en la que hay unas letras talladas, que se han erosionado con el paso del tiempo, por lo que se puede leer con dificultad lo que ahí está escrito.

“Árbol de la Fraternidad”: El Club Rotario de Cancún rinde homenaje a la Fraternidad entre los habitantes de esta ciudad demostrada con motivo de los sucesos ocurridos por el huracán Gilberto.

Con el paso del tiempo, las autoridades y algunos vecinos han sembrado otros árboles y palmeras alrededor del  monolito, por lo que ha habido algunas confusiones en el relato de la historia.

Alrededor del monolito se observan árboles y palmeras de la región, por lo que las personas se confunden y creen que fueron siete especies de vegetación las que se trajeron, para simbolizar la fraternidad.

La especie elegida fue un ficus cotinifolia, con raíces aéreas desde las ramas y el tronco que crecen hacía abajo en busca de tierra, y se desarrolla en climas cálidos, con estrecha relación con zonas de manglares; puede medir entre 60 y mil 500 metros.

En algunas especies esas raíces son claras y en otras, de un color café oscuro muy intenso.

La Dirección de Parques y Jardín del municipio es la responsable del mantenimiento y limpieza de la glorieta, así como de regar periódicamente la vegetación del lugar, donde hay una gran variedad de especies nativas de la Península de Yucatán.