Decimos que los temas polémicos generan pocas cosas positivas para los usuarios de redes sociales, que de hecho, sólo son usados como carne de cañón para que otros ganen con la apasionada defensa de personas distantes o temas sobre los que jamás habrá un consenso general. Sin embargo, en el fondo sí hay alguien o algo que gana con estos hechos.

Estas últimas semanas la política se ha hecho con la gran mayoría de las tendencias en Twitter. Pocas son producto de “puntadas” o personajes virales, vamos, ¿hace cuánto que no ve a un “lord” o “lady” emanado del pueblo? Así es: todo lo que hoy se viraliza tiene que ver con actos públicos del gobierno (en cualquiera de sus niveles) que se vuelven tendencias gracias a la controversia de sus orígenes.

Nombre usted el que desee. Medina Mora, Fernández Noroña, el gobernador de Puebla, la revocación del mandato, la ley anti facturera y hasta Santa Lucía. Todos los temas realmente virales, controversiales y apasionantes de redes sociales vienen del quehacer político, hecho que realmente es positivo, pues los usuarios de redes cambian un poco la tónica de sus gustos, pero el problema (porque siempre hay uno) es que a) pocos se dan cuenta de su importancia y b) para muchos son –nuevamente- sólo un tema sobre el cual entrar para hacer bullicio.

Dentro de estas polémicas, sin embargo, existe una vena interesante que los usuarios de redes pueden explorar: el análisis del momento. Nos explicamos: todos estos temas son controversiales a más no poder, y aunque muchos no tomarán en cuenta a las redes para cambiar o mejorar, sí lo hacen para –como dice el dicho- medirle el agua a los camotes a la sociedad mexicana.

De entrada, para entender este punto debemos aceptar la premisa que la semana pasada esgrimimos: los usuarios de redes sociales somos simple carne de cañón.

Bajo esa premisa, nosotros podemos observar con mayor “neutralidad” los comentarios que las acciones de gobierno generan en internet, y nos daremos cuenta cómo a fin de cuentas y casi son sorpresa, algunas de aquellas acciones cambian al momento de convertirse en hechos consumados pues la idea original (ley, iniciativa o propuesta) jamás se pensó para que se haga realidad: simplemente fue un anzuelo con el cual tentar el mar y ver cuántos peces caían. En otras palabras, nos usan como válvula de escape para saber si las ideas tendrán o no aceptación real, pues el debate entre político poco o nada importa realmente, porque las posiciones ya están cantadas de antemano.

Con esto en mente, podemos comprender por qué muchos de los temas en trending topic de hoy en día tienen poco que ver con los chistes de antaño, y sí con el quehacer político o gubernamental del momento, lo que a la larga, nos debe servir para entender mejor nuestro papel como ciudadanos digitales: no dejarnos engañar y crear nuestra propia opinión.