Eric Galindo/ SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La pequeña Ariana Yareli, de 4 años, que lesionada por una bala perdida el pasado primero de enero, se recupera satisfactoriamente, según dio a conocer un familiar, que permanece en la sala de espera del hospital de especialidades del IMSS de la Región 510.

La mañana de ayer la menor fue trasladada a la clínica de gineco-pediatría que se ubica entre las avenidas Kabah y López Portillo para que le hicieran unos estudios.

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Flor, hermana de la pequeña, dijo a Novedades Quintana Roo que ya está estable: “gracias Adiós, delicada pero fuera de peligro”, señaló.

La joven dijo que se la llevaron en la mañana para hacerle unos estudios a la clínica de gineco-pediatria para checar si la bala causo otros daños dentro de su cuerpo.

Los médicos les dieron buenas expectativas de recuperación para Ariana Yareli y que solo es que permanece en total reposo su recuperación, dijo la joven.

La mañana de ayer la Flor dejó un rato la sala de espera del hospital para trasladarse a su trabajo para solicitarle a su jefe que le diera permiso para faltar para poder cuidar a la pequeña Ariana.

Dijo que el día de los hechos, pero en la tarde, llegaron al hospital peritos de la Fiscalía y le tomaron fotografías a la niña de la lesión que presentaba, les informaron que iba a ir agentes de la Policía Ministerial, pero hasta ayer no se habían presentado.

La joven mencionó que es todo el acercamiento que ha tenido el personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) pero no les han dicho nada sobre el avance de las investigaciones o si ya tienen ubicados a los responsables de la lesión de la pequeña Ariana.

Sujetos armados

Narró que ese día su hermanita se encontraba contenta quemando sus “chispitas”, pero nunca se imaginaron lo que le iba a pasar.

Los hechos se registraron durante los primeros minutos del 2018 cuando un par de sujetos dispararon contra un hojaletero en la colonia Sheriff, que se ubica en la Región 236, a quien ejecutaron, su cuerpo quedó a la mitad de una de las calles de terracería.

A unos 20 metros se encontraba la familia Pérez Pacheco festejando la llegada del año nuevo, un grupo de niños estaba afuera del domicilio quemando “chispitas”, entre ellos la pequeña Ariana: una bala perdida atravesó su frágil cuerpo, le entrenó por la espalda y el salió por le abdomen.