Benjamín Pat/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Sin importar la limitante física o intelectual, un total de seis mil 872 niñas, niños y jóvenes, continúan preparándose académicamente en Quintana Roo. 

Se trata de mil 869 menores de edad que reciben educación especial a través de los Centros de Atención Múltiple (CAM).

Otros cinco mil 003 son atendidos mediante las Unidades de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (Usaer).

En los CAM reciben apoyo a la educación inicial, preescolar, primaria, capacitación laboral, además de atención complementaria.

Sin embargo, esta  agrupación representa una mínima parte de la población en edad para cursar estudios de nivel básico, según estimaciones de la propia Secretaría de Educación y Cultura (SEyC).

Para Magaly Cisneros González, supervisora de Educación Especial de la zona 02, aún queda mucho por hacer para garantizar el acceso al desarrollo académico de las personas con alguna discapacidad.

“Las barreras son diversas, pero la principal es la cuestión social, por ese miedo o resistencia que existe a la diferencia, pero hay que aprender y entender que a pesar de estas,  todos tenemos las mismas oportunidades y derechos”, mencionó.

Para la entrevistada, los niños con discapacidad han sido un sector marginado, ya que las decisiones en materia educativa se toman en función de la mayoría y no se toman en cuenta las necesidades especiales que tienen.

Estas van desde un seguimiento clínico, atención psicológica, especialistas en lenguaje de señas, escritura braille, entre otras.

“La educación es un derecho inalienable de la niñez consagrada en la Constitución Política y debe ser garantizado. Históricamente este sector no ha podido acceder a la educación por las limitantes físicas o mentales, pero es obligación de la autoridad establecer los espacios”, señaló por su parte, Harley Sosa Guillén, presidente de la Comisión de los Derechos Humanos del  Estado de Quintana Roo.

En este sentido, a partir del presente ciclo escolar, comenzó a funcionar en Chetumal la escuela secundaria de educación especial, la primera en todo Quintana Roo.

“Los niños egresan de la primaria y los mandábamos directo a capacitación laboral porque solo teníamos educación especial e inicial, preescolar, primaria y capacitación para el trabajo, pero había laguna inmensa entre primaria y centros de capacitación”, mencionó la entrevistada.

Dicho espacio atiende 52 jóvenes, en su mayoría sordos, cuyo objetivo es ingresar a una escuela preparatoria regular una vez concluido sus estudios de nivel básico.

Las experiencias narradas por los menores es de soledad durante su paso por las escuelas regulares de secundaria, ya que a pesar de que estaban en condiciones de aprender, se enfrentan a las barreras de comunicación con los demás compañeros.

Hasta hace cinco años, Quintana Roo ocupaba, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el segundo lugar a nivel nacional con el menor porcentaje y tasa de población con discapacidad. 

No obstante, las estadísticas de la Secretaría de Salud lo ubicaron en 2013 entre las primeras entidades con mayor demanda de consultas por primera vez en los centros de rehabilitación, con dos mil 333 casos. En ella destaca el municipio de Othón P. Blanco con dos mil 49 de esas consultas solicitadas.