Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- La Unidad de Investigación en Neurodesarrollo del Instituto Nacional de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realiza, desde hace ocho años, un protocolo de investigación en los niños que tuvieron posibles daños cerebrales en la etapa perinatal (al momento del parto) o por falta de oxígeno.

Los niños son sometidos a resonancias magnéticas, encelografía, estudios auditivos y visuales para después iniciar un tratamiento utilizando una terapia llamada método de Katona que ayuda a evitar secuelas en sus capacidades motoras y de atención.

La coordinadora de la unidad, Thalía Harmony Baillet, comentó que una de cada cinco discapacidades está relacionada con el daño cerebral ocurrido durante el embarazo y si este se diagnostica en su nacimiento y se inicia una terapia neurohabilitatoria, los efectos del daño pueden reducirse hasta 70% pues se aprovechará la plasticidad del cerebro del recién nacido.

Dijo, que en el país es el primer instituto en brindar esta terapia e invita a padres de familia de Quintana Roo para que conozca de dicho tratamiento, pues refiere, es una opción que puede mejorar la vida a los niños. “Se le enseña al sistema nervioso a aprender las conductas correctas antes de que la lesión sea más grave”.

La terapia dura dos años en cada niño y los investigadores le dan seguimiento a cada caso hasta los ocho años. Como en todo, mencionó que ha habido deserciones pero se está monitoreando nuevamente a estos niños que por causas adversas sus padres ya no siguieron con el tratamiento.

El costo de tratamiento por niño cuesta en promedio 30 mil pesos al instituto. Actualmente dicho Protocolo está subsidiado por Fundación UNAM pero asegura no es suficiente para atender a los más de 400 pacientes que tiene registrados la unidad de investigación.

La Terapia de neurohabilitación de Katona utilizado por los investigadores de la UNAM fue creado por un neurocirujano húngaro de nombre Ferenc Katona, este método permite diagnosticar si el bebé padece alguna discapacidad como parálisis cerebral, sordera, trastornos de atención, problemas psicomotores.

En la terapia se coloca al niño en posiciones específicas como acostarlo y jalarlo de las manos para que se levante, si está sano se pondrá en posición vertical y verá a los ojos de quien le practique el ejercicio. Otra prueba es que cuando se ponga a gatas, el niño deberá responder y hacer movimientos como si gateara de lo contrario se podrá observar un daño cerebral.