La reforma educativa en los debates

La reforma educativa se ha instalado como uno de los ejes centrales de las campañas...

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Poco a poco, y a pesar de que no todos los candidatos presidenciales la quieren en su agenda de proselitismo político, la reforma educativa se ha instalado como uno de los ejes centrales de las campañas. Y qué mejor momento para decirle al pueblo sus verdaderas intenciones sobre cómo mejorar la baja calidad de la educación y qué es lo que proponen para transformarla, algo en lo que los candidatos no se ponen de acuerdo y sólo juegan con las palabras y promesas que la gente quiere oír con el único fin de enganchar el voto a su favor.

El más falaz en este tema es ya saben quién, sí, el propio López Obrador, que, aprovechando el descontento magisterial por la evaluación docente, vierte sus propuestas al caldero de la intolerancia, de la sordidez, un gran caldero hirviente como lo es la sección 22 del SNTE atrincherada en Oaxaca, a quienes proféticamente les dice lo que quieren oír. Así, la coordinadora de maestros (CNTE) escuchó de su mesías, a voz en cuello, que haría todo lo que esté en sus manos para cancelar la reforma. El circo romano vibró y prendió en vítores a su emperador. Pero nunca prestaron atención a las palabras del senador Mario Delgado, cuando aclaró posteriormente que lo que quieren cancelar no es la reforma completa sino sólo la “evaluación punitiva”. Imposible tomarle en serio, porque, como en casi todos los temas, el tabasqueño dice una cosa aquí y otra allá, jugando con la ambigüedad.

Más astuto, el joven maravilla, Anaya, prometió no cancelar la reforma educativa, sólo modificar su mala implementación, pero la evaluación docente queda intacta. Claramente no se comprometió a nada que le sumara o restara votos, va por el puntero. Pagando los errores de su jefe de campaña, que lo ha sumido en el lodo hasta el cuello, Meade sólo atina a repetir el discurso demagógico de que el niño es el sujeto esencial de la educación y no podemos perderlo, todo lo demás se puede y debe seguir discutiendo. Logramos poner a los niños por delante, y no a los sindicatos.

Y así, todos entretenidos con sus sueños, nadie repara en los tambores de guerra de la CNTE que pretende hacer estallar un paro indefinido de labores para el 28 de mayo, donde además intentará bloquear estaciones radiofónicas, gasolineras, aeropuertos, dar el paso libre en casetas de peaje e instalar un mega plantón en el zócalo de la capital oaxaqueña.

 

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