Habemus Fiscal

Los votos a favor de 22 diputados oficializaron el anunciado arribo del “cedemexiquense”

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No hubo sorpresas. Los votos a favor de 22 diputados oficializaron el anunciado arribo del “cedemexiquense” Óscar Montes de Oca Rosales a la titularidad de la Fiscalía estatal.

Montes de Oca, ex subprocurador de la Ciudad de México de amplio currículum, quien incluso estuvo a punto de ocupar la titularidad de esa importante dependencia en el gobierno de Miguel Ángel Mancera el año pasado, llegó a tierras caribeñas con una autopista legal construida a modo en reciente reforma constitucional que eliminó el candado de residencia de mínimo cinco años en el estado para ocupar el cargo.

Dicha reforma, cocinada en olla exprés en el Congreso local el pasado mes de octubre y que generó una polémica, si no nativista, al menos regionalista, tuvo un elevado costo político para los diputados e incluso para el gobernador Carlos Joaquín González, quien sin embargo en un ejercicio de convencimiento y responsabilidad está jugando una apuesta alta con el afán de conseguir resultados.

Y es que como he sostenido una y otra vez, más allá de la polémica anti foránea, lo que manda al final de cuentas son los resultados; si estos se dan, no hay sombrerazos ni críticas con hedor a hiel que puedan demeritar un buen trabajo. Por el contrario, si los ciudadanos no perciben mejora alguna en la procuración de justicia y el combate a la impunidad, el desencanto será inmediato y no habrá discurso meloso que pueda evitarlo.

El gobernador sabe que la prioridad a atender en este segundo tercio de su mandato es la seguridad, después la seguridad y luego la seguridad. Los esfuerzos allí están: fuertes inversiones en el sector, gestión con autoridades federales y con las fuerzas militares, fortalecimiento de las corporaciones locales y la renovación de las cabezas del gabinete de seguridad.

Las fichas -Capella y Montes de Oca- ya están sobre la mesa; uno tiene la responsabilidad de la prevención y el combate a la delincuencia a nivel de calle, y el otro de atacar la rampante impunidad de los delincuentes, que cada vez son más audaces y descarados porque saben que pocas, muy pocas veces hay castigo por sus delitos.

Ese es el principal reto del nuevo Fiscal, elevar el nivel de eficiencia en la Fiscalía y contribuir a la estrategia para frenar el embate de la inseguridad, solo así podrá legitimar su nombramiento y acallar las críticas que por el momento son tan prematuras como infundadas, pues aún está por verse su desempeño montando esa bronca silla.

 

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