Ineptas y corruptas

Hay muchas formas de enfrentar a la corrupción sin desgastarse...

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Hay muchas formas de enfrentar a la corrupción sin desgastarse por el abuso que se comete constantemente. Una persona de Zacatecas desde hace años maneja sin tener licencia de manejar

. Y lógicamente cuando un agente detiene a alguien que maneja sin licencia, espera todo tipo de argumentos para defenderse, pero quizá no espera el de este conductor que les dice: “No uso licencia. Hace años me convencí que no querían que tuviera licencia, pues siempre me la quitaban. Además, la licencia no me hace mejor conductor pues lo que sé manejar nadie me lo puede quitar

. La licencia quizá me haga un ciudadano más cumplido, pero no un mejor conductor.” Dice que hasta el momento le ha dado resultado; tal vez sea porque tiene gracia para contarlo. Pero no todos corren con la misma suerte. En alguna ocasión un trailero fue detenido en la carretera por un policía federal de caminos que inspeccionó minuciosamente sus documentos, la carga, las luces del vehículo, las medidas de seguridad y cuánto pudo. No encontró nada fuera de orden.

Pidió entonces la señalización con la que contaba el trailero en caso de que una llanta se ponchara o se descompusiera el tráiler. El conductor sacó una especie de luces de bengala con forma de cartucho de dinamita, las cuales se enterraban en el suelo y se encendían para avisar a los demás conductores que tuvieran precaución. Pero cuando el patrullero pidió los cerillos para encender dichas luces, el trailero dijo que no tenía cerillos, y por ese motivo fue multado. Como ése hay muchos casos, pues el abuso está en todas partes.

Por ejemplo, ficticia o no, la siguiente anécdota retrata a nuestras autoridades: Unos policías detuvieron a un transeúnte con la excusa de que buscaban a los consumidores de bebidas alcohólicas o drogas.

Lo interrogaron: “¿Trae bebidas alcohólicas, drogas, o alguna sustancia prohibida?” El peatón contestó que no, y entonces inspeccionaron lo que portaba el hombre. Revisaron su cartera y a él se lo llevaron preso: ¿El motivo? Bueno, el transeúnte traía unos billetes en la cartera, y cuando los vieron, los policías, dijeron: “¡Ajá!, trae billetes. Entonces va a la cárcel porque seguramente los quiere para comprar droga o alcohol.” Esas son nuestras autoridades: ineptas, corruptas y abusivas.

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