La música jamaiquina estilo inglés con son de la “Gran isla”, mambo y otros ritmos latinos, es la propuesta rítmica de la banda londinense Ska Cubano. Mientras que en el municipio suizo de Berna, la delirante banda de electro-swing Klischée, adiciona a sus ardientes beats algo de jazz, pop y otras locuras del dance. Por su parte, la talentosa cantautora y multinstrumentista Bia Ferreira, es toda una creativa de las letras por la negritud musical brasileira, el feeling del ghetto sonorizado con jazz, blues, soul, MPB o samba, así como representante del rap femenino contestatario.

Fundada en el año 2001 por el productor Peter A. Scott y el cantante de Top Cats, Nathan Lerner “Natty Bo”, quienes en su viaje a Santiago de Cuba se enamoran de la música cubana y crean junto con músicos cubanos, así como caribeños establecidos en Londres la orquesta Ska Cubano, que ha actuado en los principales festivales musicales a nivel mundial, como el Glastonbury, Big Day Out o el WOMAD, además de presentarse en más de treinta países.

Al puro estilo pachuco londinense de esta orquesta, la fiesta rítmica del ska con el mambo, bogaloo, latin jazz, salsa, cumbia, son, guaracha, swing y electrónica, interpretado en inglés y español, se puede escuchar en sus álbumes: Ska Cubano (2003), ¡Ay Caramba! (2005), Ajiaco! -the remix álbum- (2008) y Mambo Ska (2010).

Respecto a la banda integrada por los DJ, así como productores musicales Dominique Dreier y Kilian Spinnler, el Visual Jockey Benjamin Kniel y el cantante MC William Bejedi, lanzan su álbum debut Touché en el 2014, dos años después, liberan su segunda producción Bend the Rules y dentro de su filosofía abordan problemas como la inconformidad, la tolerancia, la desorientación y la diversidad cultural, donde la energía de sus presentaciones te dejará en un mood acelerado.

En otros rincones rítmicos, Bia Ferreira le compone a su pueblo tocando temas como la vulgarización de la sexualidad, segmentación de mercado, falta de raíces, desde la voz disonante y activista que acompaña con su dominio por 26 instrumentos, entre cuerdas, soplo y percusión. En sus principales composiciones, se escuchan la raza negra de su país, identidades como “Cota não é esmola”, “Não precisa ser Amélia”, “Tô em liquidação” o “Cota Não é Esmola”; digo, en lo que aparece su primer disco de estudio o EP inaugural, allá… en la esencia de Aracajú.