La deriva nicaragüense

Al paso que lleva la crisis nicaragüense podría volverse un caso de libro de texto...

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Al paso que lleva la crisis nicaragüense podría volverse un caso de libro de texto sobre cómo la política derrota a la economía.

La economía de Nicaragua vale 13 mil millones de dólares y venía creciendo a un ritmo de 5%. La violencia y la crisis política la han destruido al punto de que se espera este año un decrecimiento del 6%.

Según un reporte del Financial Times de principios de agosto, aparte de un ligero aumento en las remesas, no queda indicador económico sano en el país.

Las tasas de créditos bancarios han subido del 7 al 12%. El turismo se ha colapsado, lo mismo que el consumo, que se concentra ahora en los bienes básicos. Los vendedores de alimentos procesados han visto descender sus ventas hasta en dos tercios.

La fuga de capitales drena 7 millones de dólares diarios del sistema bancario. Las fuentes de financiamiento externo están secas. Se terminó el flujo del dinero venezolano. Está detenido un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo por 624 millones y el congreso americano está estudiando la Nica Act, una ley que puede bloquear fuentes multilaterales de financiamiento para Nicaragua.

En cuatro meses de furia represiva Ortega destruyó el pequeño milagro económico, oligárquico pero real, que venía produciendo su acuerdo con la empresa privada y con la iglesia, en el entorno de una seguridad pública de hierro, que era la excepción celebrada en esta materia, junto con la siempre tranquila Costa Rica, de la violencia de la región.

La economía sufre los daños que le infringe la política y requiere, por tanto, de una solución política, la cual, llegadas las cosas al punto de represión y muerte que han llegado, no puede ser otra que la salida del poder de Ortega.

Mario Arana, ex ministro de Hacienda y ex jefe del Banco Central, dijo al Financial Times: “No apuesto a que habrá una solución rápida. Apuesto que Daniel resistirá y que seremos llevados o a una guerra civil, a una crisis financiera o a alguna forma de explosión social, en la que el ejército estaría llamado a ser parte de la solución”: https://on.ft.com/2KdIKm4

Terrible pensar que el menor de los males para Nicaragua puede haber llegado a ser un golpe de Estado.

 

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