¿Dónde quedaron las reservas? (2)

El dinero era y sigue siendo aportado por el patrón, el trabajador y el Estado...

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En 1943 el IMSS mandó hacer estudios técnico-actuariales para determinar la cantidad de dinero que se debía de aportar para cada uno de los seguros que administraba y constituir, con ese dinero, reservas financieras para cuando ocurriera el riesgo amparado en cada uno de ellos.

El dinero era y sigue siendo aportado por el patrón, el trabajador y el Estado; con las reservas de los seguros de Cesantía y de Vejez se pagaría a futuro, una vez cumplidos los requisitos de ley, la pensión a que diera lugar.

Pero el IMSS, de 1943 a 1992, nunca llevó registros de lo aportado por cada quien y nunca supo (al menos eso nos dicen) cuánto recaudó para cada trabajador.

De acuerdo con las notas técnicas elaboradas por actuarios de la época, las cuotas y aportaciones que el IMSS recibía debieron de ser suficientes para cubrir con ellas el pago de cada pensión.

En realidad, ello no ha sucedido así, pues las reservas creadas deberían utilizarse para el pago de pensiones a partir de 1973, año en que se estarían pensionando los primeros trabajadores por Cesantía o Vejez.

Claro que antes de 1973 hubo trabajadores que se pensionaron por los seguros mencionados, pero fueron muy pocos.

Por ello, las reservas financieras creadas entre 1943 y 1973 fueron cuantiosas y muy apetitosas, tanto para el IMSS como para el Gobierno Federal, quienes empezaron a hacer uso de ellas, convirtiéndolas en deuda pública.

La deuda así creada “creció cual bola de nieve, cumbre abajo”, hasta el momento en que dicha deuda resultó impagable y por ello hoy mucho se buscan mecanismos que permitan pagar menos y menores pensiones a los trabajadores Generación en Transición.

Pruebas de ello, entre otras, son las propuestas de la OCDE; la entrada en vigor de la UMA; los recientes ajustes en los procedimientos de cálculo de las pensiones; o el que el IMSS procure, a toda costa, otorgar la ayuda asistencial en vez de la asignación familiar al conceder una pensión.

¿Dónde quedaron las reservas?, es la pregunta fundamental porque, todo seguro, del tipo que sea, sustenta su viabilidad económico-financiera en la constitución de reservas y los seguros que regula la Ley del IMSS no son la excepción.

Todo nos lleva a concluir que el mal uso que por lustros se dio a las reservas creadas de los seguros de Cesantía y Vejez propició que el Sistema de Reparto fuera financieramente insostenible e incapaz para cubrir las pensiones de la población pensionada y, a la postre, propició la entrada en vigor de las reformas al sistema de pensiones en julio de 1997, en la que, de nueva cuenta, la creación de reservas, vía ahorro en la cuenta individual-afore, sigue siendo el problema para que se puedan obtener mejores pensiones.

 

 

 

 

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