A un mes de unas elecciones sin ideologías

Lo que parecía lejano está al alcance de la mano, como todos los plazos fatales.

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En aquel tiempo se acercaron

al Señor unos fariseos…

Florestán

 

Lo que parecía lejano está al alcance de la mano, como todos los plazos fatales. Hoy estamos a un mes de las elecciones del 1 de julio, en las que estarán en juego 3 mil 236 cargos de elección popular: mil 614 alcaldes, nueve gobernadores, 972 diputados locales y 500 federales, 128 senadores y el presidente de la República.

Nunca se habían elegido tantos cargos de elección popular en una sola jornada a la que llegamos en condiciones también inéditas: han expulsado a las ideologías, han desaparecido entre las alianzas de los extremos. ¡Quién iba a pensar hace unos años que el PAN iría con el PRD, que fueron los extremos, derecha e izquierda! ¡Quién podría imaginar, hace dos años, que Morena se aliaría con un partido confesional, evangelista, de nuevo lo que se dice izquierda con otra derecha, ésta extrema!

Nadie, ni sus beneficiarios.

Aniquiladas las ideologías, estas elecciones se presentan como una lucha sistema-antisistema que ambos frentes reivindican con el discurso del cambio; cambio para ellos es sacar al PRI de Los Pinos, coinciden.

Coinciden también en que el enemigo a vencer es, le decía, el PRI, al que colocan en tercer lugar. Y difieren, por cálculos electorales en el protagonismo: el PAN dice que ya es una competencia de dos, dando por muerto a José Antonio Meade, y Andrés Manuel López Obrador repite aquel sonríe, que ya ganamos, dejando la competencia como ya resuelta a su favor.

También el PRI se presenta diferente. Por primera vez va con un candidato no militante, ciudadano, y con el reto de que éste opere en dos frentes: con la militancia del partido y con los ciudadanos, labor casi imposible.

Como sea, esto no se decide hasta que se decida, parafraseando el gran Yogui Berra, más exacto que la hora del reloj atómico al afirmar que esto no se acaba hasta que se acaba.

Y a esto le falta un mes para que se acabe.

 

RETALES

 

  1. ENCUESTAS. Los encuestadores en México han pasado del infierno de 2006 y 2012, al paraíso de este 2018. Y es por un factor, quiero creer, exógeno: que todos ponen en primer lugar a López Obrador, por lo que éste ha dejado de ser un ejercicio cuchareado y ha adquirido una dimensión de profecía;

 

  1. INE-CREÍBLE. Todavía es imposible procesar que el INE haya pasado por alto el impedimento constitucional de la doble nacionalidad en el caso de Nestora Salgado, que es el argumento con el que un juez la sacó de la cárcel porque 18 meses después de detenida reclamó su nacionalidad estadounidense y denunció la ausencia de su cónsul en la declaración. Y luego en el INE hablan mal del Tribunal Electoral; y

 

  1. ENCUENTRO. Esta semana los candidatos presidenciales tendrán una pasarela ante el influyente Consejo Mexicano de Negocios, y será una oportunidad para que se vean por segunda vez López Obrador y Germán Larrea. La primera, cuenta el tabasqueño, fue hace 12 años, cuando le reclamó el rescate de los mineros muertos en la mina Pasta de Conchos.

 

Nos vemos mañana, pero en privado

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