Slim, el único que ha salido

El simple anuncio de que Carlos Slim convoque a conferencia de prensa, ya es nota.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Por eso cuando el fin de semana citó a los reporteros para el lunes en su oficina de Paseo de las Palmas, surgió la inquietud: ¿Qué irá a anunciar? Y en ese suspense nadie acertó lo que iba a ser el centro de su declaración: la defensa del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y menos el inmediato choque con Andrés Manuel López Obrador, quien ha reiterado que va a suspender la obra y trasladarlo a la base aérea de Santa Lucía porque es un socavón de corrupción de 300 mil millones de pesos.

La declaración de Slim, que efectivamente es parte del consorcio constructor, fue rotunda y más cuando le preguntaron si le preocupaba López Obrador, a lo que respondió:

Me preocuparía y me daría miedo por lo demás que siga, porque si esto va a ser el criterio, yo creo que van a ser criterios equivocados de administración. Hay riesgo de que se equivoque tomando pocos factores en las decisiones.

A esto, desde Sonora, respondió López Obrador descalificando a Slim, al decir que si era tan buen negocio, que lo hiciera con su dinero y que sus declaraciones forman parte de una estrategia para contrarrestar su movimiento. Seguramente le pidieron, Peña Nieto o Salinas, que saliera a dar esta conferencia, pero no les va a funcionar. La gente ya decidió acabar con el bandidaje oficial.

Sobre esto, apunto: primero, no veo a Slim de vocero del presidente Peña Nieto ni de Carlos Salinas; segundo, Slim está en su derecho de declarar lo que quiera, como todos los demás que a nivel empresarial piensan lo mismo pero no se atreven a decirlo en voz alta, no vaya a ser que AMLO gane, y, tercero, el tabasqueño también está en su derecho de convertir al NAIM en su muro de Trump.

Lo importante es que por primera vez un empresario, y del calado de Carlos Slim, haya salido públicamente a diferir de lo que dice López Obrador, cuando los demás, reitero, pensando lo mismo, callan.

RETALES

1. EMBARQUE. No sé quién embarcó, literalmente, a Andrés Manuel López Obrador en esa Cessna 410 para viajar a Nogales, Sonora, pues ya tuvo un accidente en Hermosillo en 2010, cuando se despistó al fallarle el tren de aterrizaje;

2. ERROR. Lo más grave es que dice que fue un taxi aéreo que contrató su campaña porque es deservicio público, cuando por ley, por tener matrícula XB, que es para aviones privados, no se puede rentar ni usar como taxi aéreo. Los aviones que pueden rentarse son los que tienen matrícula que empieza con XA, y éste es XB-HSW, reitero, avión privado. Y dos preguntas: ¿De dónde salió la avioneta y quién embarcó a López Obrador?; y

3. DIMENSIÓN. Fue de tal peso la declaración de Carlos Slim que se llevó la nota principal de 11 diarios, 12 si se agrega El País. Y sigue siendo tendencia en redes. ¿Qué otro empresario va a fijar posición ante López Obrador? No cabe duda que con este lance Slim asume un liderazgo empresarial, huérfano desde don Juan Sánchez Navarro.

Nos vemos mañana, pero en privado

Lo más leído

skeleton





skeleton