No todo es culpa del gobierno

México pasó de registrar en promedio 30,535 delitos por cada 100 mil habitantes, a presentar 41,655 casos

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Según datos públicos del 2010 a 2014, México pasó de registrar en promedio 30,535 delitos por cada 100 mil habitantes, a presentar 41,655 casos; encontrándose entre los más frecuentes robo, asalto y extorsión. Además que desde hace algunos años vivimos una crisis de secuestros, trata de personas y otras situaciones que amenazan no solo la paz y estabilidad social, sino el desarrollo del país. el escenario tan complicado en el que nos encontramos todos y cada uno de los mexicanos, en materia de corrupción, ilegalidad, impunidad, inseguridad, desempleo, y todos aquellos problemas que padece nuestra sociedad actualmente, no son solo culpa del gobierno y nuestros políticos como pensamos usualmente, de hecho, todos somos responsables, en cierta medida, de ello.

En algunos casos, incluso, los ciudadanos “comunes y corrientes” somos los principales culpables.

 

El diagnóstico es certero, y el reclamo legítimo ya que los ciudadanos pagan sus impuestos municipales, estatales y federales, con la esperanza de que los recursos sean bien invertidos en obras y acciones para su beneficio, porque es su dinero, y por supuesto, para que el estado cumpla con su función de ser, que es garantizar la seguridad pública.

 

No podemos seguir hablando de la violencia que genera la delincuencia, sin hablar de todas las situaciones que generan violencia en nuestra sociedad. La delincuencia sólo es un fenómeno que surge a raíz de las desigualdades en la sociedad imperantes y que no atendemos.

Lo que es una realidad y que no se puede tapar con un dedo es que crece la delincuencia, se está poniendo en peligro la seguridad ciudadana y se multiplican.

 

Todos los municipios del país, no solo Quintana Roo, tienen sectores, y horas todos los días, en que no haya un asalto, robo a casa habitación o asesinato.

 

Hoy en día con una navaja, palos, machete, block o una simple herramienta pueden acabar con la vida de alguien. Suenan voces de indignación, cada vez más enérgicas, contra estos hechos.

 

Lo que no está claro es si lo que se pretende es acabar con la delincuencia o con los delincuentes ya que son dos aspectos totalmente distintos. Lo primero resulta viable, aumentando la vigilancia, los policías, las detenciones y las sanciones y lo segundo requiere un cambio profundo de la sociedad.

 

Dejar el trabajo en manos de las autoridades, esperando que se resuelvan los problemas se ha demostrado que no es una opción.

 

La respuesta está en la cooperación, la concientización y el interés por parte de los distintos actores que formamos parte de esta sociedad.

 

Es grande la angustia de la gente. Muchas personas sienten temor de dejar su casa sola o salir de ella. Hay un sentimiento de orfandad. Que hoy la gente festeje que la robaron y no la mataron es un horror.

 

Cada día la gente gasta más en cerraduras, rejas, alarmas, seguros, guardias, etcétera, tratando de protegerse del auge delictivo. Como están las cosas, los únicos parecería que se sienten seguros son los delincuentes.

 

En efecto, buena parte del problema radica en que el mayor aliado de la delincuencia se llama impunidad. Si los delitos no se aclaran, si el delincuente no es capturado, si no se consiguen las pruebas, si no se lo lleva a la justicia, y si la justicia no lo logra procesar, o lo procesa y no cumple la totalidad de la pena, estamos ante un problema.

 

La violencia y delincuencia son problemas que no tienen una expresión única, por el contrario, son situaciones complejas con múltiples causas, diversos factores de riesgo así como con diversas manifestaciones, lo que implica que no es posible enfrentarlos sólo controlando y sancionando el delito; también es necesario prevenirlos, es decir, abordar las causas sociales y los factores de riesgo que propician estas situaciones.

 

Lo más leído

skeleton





skeleton