El 2 de diciembre

Fueron tantas las expectativas generadas por el aún presidente electo para el día de su toma de protesta

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Fueron tantas las expectativas generadas por el aún presidente electo para el día de su toma de protesta y las primeras acciones prometidas, que por lo menos 30 millones de ciudadanos amanecerán el 2 de diciembre del presente año en la más absoluta decepción nacional, porque el país, un día después de haber asumido el poder Andrés Manuel López Obrador, no habrá cambiado en absolutamente nada.

Más aun, a tres días de su toma de protesta, el futuro presidente de México sigue enfrentado abiertamente con un tercio de los gobernadores del país, los mandatarios han rechazado las atribuciones dadas a los “súper delegados” en materia de seguridad y López Obrador les ha dicho que acudan a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) si quieren revertirlas; así que por lo pronto, el 2 de diciembre el país no amanecerá en paz ni menos violento de lo que ya es.

En materia económica el panorama no será mejor, pues los propios senadores de Morena advirtieron la semana anterior que no será posible reducir gravámenes como el Impuesto al Valor Agregado (IVA) o el Impuesto Sobre la Renta (ISR) que son el basamento de la “zona libre” que López Obrador prometió para la zona norte del país y, aunque algún columnista nacional publicó este lunes que el paquete fiscal 2019 sí será calculado con las reducciones impositivas señaladas, hasta ahora los legisladores de este país no han variado su versión oficial y, por lo pronto, hasta ahora la promesa presidencial se mantiene en el limbo, por lo que todo indica que el 2 de diciembre amaneceremos igual.

Y por si lo anterior no fuera suficiente, el 2 de diciembre tampoco amanecerá la Secretaría de Turismo (Sectur) en Chetumal, de hecho, en el ámbito gubernamental quintanarroense existen fundadas dudas con respecto a que la dependencia siquiera llegue a la entidad, ya no a la capital estatal sino a destinos turísticos como Cancún o la Riviera Maya, porque, aunque al principio del proceso de transición hubo reuniones con el futuro titular del ramo, Miguel Torruco Marqués, luego de ello nada ha vuelto a saberse del proceso de descentralización federal, al grado de que no hay coordinación alguna entre el estado y el futuro gobierno lopezobradorista, así que la frase aquella de que “el futuro secretario de Turismo está listo para mudarse a Chetumal”, resultó tan sólo en una ocurrencia del momento.

Si quiere sumar más temas, el 2 de diciembre tampoco amanecerá la guardia nacional prometida, no habrán desaparecido los funcionarios corruptos, no se habrá limpiado el país ni será un entorno mejor para todos y todo lo anterior, aunque resulte una obviedad, pone en relevancia la frivolidad discursiva del futuro presidente que prometió que, al día siguiente de que tomara protesta, todo sería mejor; pero lo peor de todo es que, aunque por obviedad todo cambio implica gradualidad, la administración de López Obrador tendrá como principal oponente sus propias incapacidades, más que resistencias políticas de sus adversarios; esperemos pues al día siguiente de la toma de protesta, porque el día de la misma, seguramente todo será festejo y más promesas, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

 

 

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