Las agendas comunes

Por estos días concita la atención pública la agenda del virtual presidente electo...

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Por estos días concita la atención pública la agenda del virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador, la cual, si bien ha trazado desde hace años en temas clave para el desarrollo integral, ya toma forma y fondo. Con ella pretende la llamada cuarta transformación de la república.

En su más reciente reunión cumbre con su gabinete de transición pidió avanzar en las estrategias para combatir la corrupción y la impunidad; facilitar el acceso a la justicia; mejorar la seguridad; fortalecer el turismo; impulsar el progreso de las comunidades (indígenas y campesinas); procurar el medio ambiente, así como multiplicar los apoyos sociales, entre otras.

Por la aparente reorientación de prioridad y la reivindicación de intereses nacionales, dichos ejes han suscitado dudas en diversos sectores, sobre todo en aquellos donde la mala costumbre ha sido el autoritarismo, el tráfico de influencias, el cacicazgo o el despilfarro. Pero en Quintana Roo no son temáticas nuevas: siendo candidato a la gubernatura, Carlos Joaquín González convenció a los electores con una agenda similar. Las similitudes son varias.

Para empezar, el combate a la corrupción y a la impunidad ha estado en el centro de sus compromisos desde entonces. En dos años, más de una decena de ex servidores públicos acusados de manejos indebidos han pisado tribunales o cárceles. Otros tantos son investigados y perseguidos por supuestos delitos.

Ambos, Andrés Manuel y Carlos Joaquín, en sus discursos insisten con que la transparencia y la rendición de cuentas, así como la justicia pronta y expedita, son los pilares de la construcción de sus proyectos. Programas y campañas dan cuenta de ello.

En su visita a Cancún (un día antes del “gran cierre” en el Azteca), el ahora virtual presidente enfatizó en tres asuntos de transcendencia aquí: cómo robustecer la industria turística; cómo cuidar el medio ambiente, y cómo brindar justicia social a los pueblos originarios (en nuestro caso, los mayas).

Por último, el gran desafío: garantizar la seguridad. El mes pasado, el gobierno del estado presentó el programa “Quintana Roo seguro y en paz”, con el cual se implementan herramientas tecnológicas de última generación. Algo parecido ha delineado López Obrador, sobre todo para zonas turísticas. Más aun si en su idea de descentralización la Secretaría federal de Turismo pudiera operar en la entidad, como se dice.

Por donde se analice, prevalecen más las coincidencias.

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