La propuesta para modificar el Reglamento de Tránsito de Benito Juárez, a fin de eliminar la retención en “El Torito” a cambio de una multa para quienes sean detenidos en el Alcoholímetro, ha desatado una nueva polémica en torno al programa; y en ese contexto, una arista llama la atención.

En Cancún prevén un serio problema para los choferes que fueron retenidos en el filtro y enviados al Centro de Retención Municipal (“El Torito”), no obstante obtuvieron su liberación vía amparo: se trata de mil 127 infractores (hasta julio) que no cumplieron las horas de arresto fijadas por el juez cívico, por lo que enfrentarán obstáculos para renovar licencia, pagar multas o si se ven involucrados en percances.

El director del Centro, Isaac Salim Pacheco Mendoza, explicaba recientemente que deberán cumplir su sanción para concluir cualquiera de los trámites, lo cual es necesario también para recuperar el vehículo en el corralón: “Hasta el mes pasado 7 mil 666 llegaron por dicho motivo; 3 mil 438 salieron por amparo, y 2 mil 128 cumplieron el arresto. Los más de mil 200 no volvieron”.

¿Qué refleja lo anterior? 7 mil 666 -y contando- es una cifra altísima para 23 meses de gestión. Es el número registrado, porque debe ser mucho mayor si se considera que durante la inspección los agentes de Tránsito cometieron posibles actos de corrupción, como han acusado ciudadanos, empresarios, e incluso servidores públicos.

El registro revela también que la concientización del “Conduce sin Alcohol” no fue tan efectiva aunque el programa “resultó” si el análisis se atañe al objetivo principal. Evidencia, además, que el coyotaje no pudo erradicarse, aun cuando el director advirtió “abusos y negocios en la calle” desde el comienzo de la administración 2016-2018.

Es decir, que este Centro dependiente de la Secretaría General (y no de Seguridad Pública) se deslinda de presuntos actos deshonestos, entonces atribuibles a Tránsito, en tanto sigue alertando que abogados sin escrúpulos hacen de las suyas en las cercanías, con cuantiosas ganancias si se pone atención al porcentaje de amparados.

¿Qué hacer? Pacheco Mendoza destaca el éxito mediático del “servicio social”, fomentado por su Dirección, el cual ha permitido la liberación de más 8 mil infractores tras conmutar su arresto con limpieza en banquetas, camellones, parques, lotes, escuelas, playas y panteones. Una opción, por cierto, que no gozan los ingresados por Alcoholímetro. ¿Y si se les ordena a ellas y ellos igualmente, sin exentarlos de los otros castigos?

Veremos en qué concluye el debate en Cabildo.