Son bienvenidos los de Venezuela

La crisis social, económica y política de Venezuela ha dejado de ser un problema exclusivo de ese país

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La crisis social, económica y política de Venezuela ha dejado de ser un problema exclusivo de ese país y ha devenido en un dilema para casi toda la región: vecinos y paravecinos presionan por una salida al conflicto, en tanto atienden una ola migratoria creciente de venezolanos que ya alcanza los 2.5 millones desde 2014.

Principalmente en Sudamérica, la llegada masiva podría desbordar los sistemas locales y comienza a generar brotes xenófobos. Colombia es el termómetro más fiable, aunque los venezolanos que siguen la ruta hacia el sur (Ecuador, Perú, Chile y Argentina) recorren varios miles de kilómetros sin documentos ni provisiones.

El desplazamiento es visto ya, por muchos organismos internacionales, como temas de “seguridad nacional” y de “catástrofe humanitaria” por los efectos colaterales. Lamentable situación la de esta nación que décadas atrás brindó cobijo a tantos latinoamericanos que escaparon de guerras y dictaduras.

México, por su lado, también se ha convertido en un destino potencial. La historia nacional respecto al refugio, la estabilidad política, el crecimiento económico, las fronteras que son ventanas de alternativas y el buen trato (de habitantes y autoridades), hacen de nuestro país un auténtico remanso para quienes huyen.

Quintana Roo, por sí solo, representa una tierra de oportunidades. Su posición geográfica, su vocación internacionalista, su fortaleza económica gracias a la bonanza turística, así como sus innumerables bellezas, atraen a miles de venezolanas y venezolanos que buscan mejor calidad de vida. Y lo hacen en condiciones favorables, cuando éstas se comparan con las de otros países.

Hoy, en la colonia residente en Quintana Roo no se quejan de xenofobia, de pocas oportunidades ni de malos tratos de los servidores públicos del Instituto Nacional de Migración, dependencia del gobierno federal ante la cual responden.

El delegado Harley Sosa Guillén -ex ombudsman en la entidad- ha exigido a los subalternos trato amable, respetuoso y en los tiempos legales establecidos a una mayoría de nacionalidad venezolana que solicita estadía por razones humanitarias, las cuales han sido otorgadas sin mayores inconvenientes, algo opuesto a lo que ocurre en el cono sur.

Se podrá justificar que el número de solicitantes no es el mismo. Pero es progresivo. A la fecha, no hay más requisitos para ellos y las diligencias son tan sencillas como expeditas en su resolución. Aquí, pues, han sido bienvenidos, lo confirman miembros de las agrupaciones en auge.

Quintana Roo es dulce hogar.

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