Manual para evitar la basura electoral

Las elecciones no se deciden en las redes sociales, sino en las urnas, el día de la votación

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Las elecciones no se deciden en las redes sociales, sino en las urnas, el día de la votación. Ciertamente internet y sus productos nos ayudan a informarnos (mejor o peor, eso depende de cada usuario) sobre las propuestas de los candidatos, sin embargo, dada la popularización, mucha de la información sobre el proceso se pierde en una maraña de dimes y diretes, digna de una asamblea del Frente Único de Colonos.

Algunos celebran que las campañas ya no generan desperdicios con los pendones colgados en los postes como feria de pueblo, pero eso no ocurrió porque a los partidos se les prendiera el foco sobre el medio ambiente, sino porque ahora el chiste se cuenta en internet, donde nos inundan de publicidad, post pagados y ‘tendenciosas tendencias’ con tal de ganar nuestra atención.

Todo este caudal de supuesta información no abona realmente en un mejor entendimiento de la realidad política. Al contrario, genera fastidio y cansancio, pues lo único que no encontramos son precisamente las propuestas. Gracias, además, a las precampañas e intercampañas, los ciudadanos estamos condenados a sufrir la sobrexposición de estos personajes indeseables y sus comparsas, hecho que tampoco ayuda a formarse una idea política real y meditada, como la que el INE tanto nos quiere vender.

Por ello, estas cuatro sencillas ideas nos pueden ayudar a informarnos mejor sobre las campañas, sin perder la paciencia en el intento: 

- Si vamos a seguir a alguien, que sea al candidato. Una medida muy sana para conocer la oferta de cualquier cosa, es conocerla de primera mano. En redes sociales pasa lo mismo, ¿Quiénes son los candidatos de mi distrito? Sigámoslos en Twitter, Facebook, Instagram y hasta en Snapchat… pero sólo a ellos. Evitemos a sus secretarios, voceros y paleros, pues no ofrecen más que los mismos tweets, pero con adornos para hacerlos ‘más interesantes’.

- No alimente al troll. En redes sociales todos estamos expuestos a la burla, o en el mejor de los casos, al cuestionamiento, pero aún así uno debe saber qué batalla vale la pena luchar. Especialmente en Twitter, los usuarios “friega quedito” saben colmar las casillas a los inexpertos, aprovechando nuestra tan mexicana costumbre de no saber decir “no”, y a caer cuando nos pican la cresta. Unfollow+block: es la solución contra quienes dan lata en redes sociales.

- Cuidado con las tendencias. Hace muchísimo tiempo que los trending topics dejaron de ser ‘orgánicos’. Hoy, en el mejor de los casos, se indica que una tendencia es pagada y no es algo incorrecto, lo gacho es cuando las tendencias son infladas, ya sean por los muy bots, los robots o los ‘deckers’: gente real que vende tweets a través de sus millones de seguidores. Por tanto, que un candidato esté o no en tendencia, no significa que a) realmente sea popular; b) sus ideas estén en boga; c) esté ‘rompiendo internet’ o d) esté ganando el debate, encuentro o entrevista.

- No todo son los números. Reconozcamos que la mayoría de los candidatos saben muy poco o nada de las redes sociales. En ese sentido tenemos la ventaja. De entrada, mucho aún creen que el chiste de Twitter y Facebook está en cuantos seguidores tienen: presumen sus ‘followers’ y ‘likes’ como medallas al mérito, siendo que esa tendencia cuantitativa pasó de moda hace más de cinco años. Evitemos guiarnos por la cantidad de seguidores, sino por la calidad de su contenido, y si existe -cosa muy rara-, por la interacción que tengan con ellos. Puede que sea poco, pero responder por lo menos a un usuario, da la idea de que su cuenta de redes sociales está viva, y no de que hablamos con un pendón colgado a un poste.

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